El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue inhabilitado para disputar elecciones hasta 2030, una condena que les asesta un duro revés a él y a su movimiento de derecha, aunque su polémica carrera política parece lejos de finalizar.
Una mayoría de cinco de los siete jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño falló este viernes a favor de declarar al exmandatario inelegible por abuso de poder cuando ejerció la presidencia entre 2019 y 2022.
Los otros dos magistrados se opusieron a la inhabilitación del expresidente, que durará ocho años a contar desde octubre pasado.
El caso responde a la denuncia de un partido político por cuestionamientos infundados que Bolsonaro hizo sobre la seguridad del sistema electoral brasileño durante una reunión con embajadores extranjeros previa a los comicios del año pasado, en los que fue derrotado por el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
El juez instructor del caso, Benedito Gonçalves, sostuvo que ese encuentro de Bolsonaro con diplomáticos, transmitido por la TV oficial y redes sociales, sirvió para “incitar un estado de paranoia colectiva ante el cúmulo de informaciones falsas o distorsionadas” sobre el sistema electoral.
Bolsonaro «se autopromocionó»
El tribunal electoral formó mayoría en el Pleno con el voto de la jueza Cármen Lúcia, quien dijo que en ese encuentro el mandatario «se autopromocionó» y que, aunque los embajadores no son «electores», sus comentarios «reverberan».
El juez Alexandre de Moraes también voto a favor de la condena porque, en su opinión, ese evento fue montado para que la televisión pública y «la maquinaria bolsonarista existente en las redes sociales» difundieran «esa información para llegar al electorado».
El juicio, que arrancó la semana pasada, quedó suspendido el jueves, cuando el marcador estaba 3 a 1.
Los dos que votaron a favor de Bolsonaro fueron los jueces Raul Araújo y Kassio Nunes Marques. Araújo lo hizo con el argumento de que una democracia «no debe haber límites en el derecho a la duda», en relación a las críticas del exmandatario a las urnas.
El magistrado aceptó que el exmandatario divulgó informaciones falsas en esa reunión, pero consideró que eso no es un «hecho lo suficientemente grave» como para que sea condenado.
Nunes Marques, por su parte, descartó que Bolsonaro intentara «obtener ventajas» electorales y «desacreditar el resultado de las elecciones» en ese encuentro.
Una «puñalada a la democracia brasileña»
Tras la decisión, el exmandatario denunció que su condena es «una puñalada a la democracia brasileña».
«La vida continúa. Hoy me llevé una puñalada con esta decisión. Quien se llevó una puñalada no fui yo, fue la democracia brasileña», dijo a periodistas en la ciudad de Belo Horizonte.
El exmandatario aseguró, sin embargo, que «no está muerto» e insistió en recurrir el fallo ante el Supremo Tribunal Federal (STF). Horas antes de la decisiva sesión, Bolsonaro dijo que el proceso no tenía «ni pies ni cabeza».»No ataqué el sistema electoral, solo mostré los posibles fallos», agregó.