Bandas armadas controlan el 60% de Puerto Príncipe y tienen de «rodillas» a sus autoridades que, incluso, piden a terceros países, intervenirlo para poner orden ante el caos reinante, un petitorio que lleva a lo que ocurrió hace 108 años, cuando en 1915 el país fue intervenido por una fuerza extranjera.
Ese acontencimiento histórico del siglo pasado vuelve a retumbar en el país caribeño por el pedido de su máximo líder, el primer ministro Ariel Henry, aunque su pedido no se cristaliza, mientras las pandillas continúan incontrolobles.
Pero este viernes, Henry, puso en evidencia su intención de movilizar a las fuerzas armadas para que ayude a la Policía Nacional de Haití (PNH), a combatir las bandas armadas en la capital, Puerto Príncipe.
Durante una visita a la sede de las Fuerzas Armadas haitianas, Henry dijo que pretende movilizar a todas las fuerzas de seguridad de la nación para luchar contra la violencia que generan estos grupos delictivos.
Su intención tiene lugar en momento en que Haití y funcionarios de las Naciones Unidas no paran de presionar la comunidad internacional para que despliegue soldados extranjeros con el fin de que ayuden a frenar la violencia generalizada, pero el pedido de invadir el país no cuenta con el aval de su población.
“Lo que vemos hoy no es una broma”, manifestó Henry.
Jean Robenson Servilius, que trabaja en la oficina de prensa del Ministerio de Defensa de Haití, confirmó a The Associated Press que funcionarios trabajan en planes para activar a los militares.
Dijo que las Fuerzas Armadas cuentan actualmente con unos 2.000 soldados y que reclutan más, los cuales entrenaron expertos de Argentina, México y Colombia, pero que no podía dar más detalles.
Las fuerzas armadas de Haití fueron disueltas en 1995 luego de participar en varios golpes de Estado y acusadas de otras injerencias políticas, pero el presidente Jovenel Moïse, las restableció en 2017 después que la ONU puso fin a su operación de mantenimiento de la paz en Haití que, desde entonces, desempeñan un papel limitado, que incluye brindar protección al primer ministro.
“¿Estamos dispuestos a trabajar mano a mano con la fuerza policial en la lucha contra la inseguridad?”, preguntó Henry durante su visita a la sede militar.
De pronto no está claro cuándo sería reactivado el ejército, cuántos soldados serían convocados ni qué papel desempeñarían, pero el primer ministro, Henry considera que en el actua contexto de crisis social y política su ayuda (Fuerzas Armadas) resulta necesaria.