La brecha socioeconómica de rendimiento académico de estudiantes de 15 años en el desempeño en matemáticas, lectura y ciencias podría ampliarse más, en caso de que República Dominicana no reabra las escuelas para acelerar el proceso de recuperación de los dramáticos efectos de la pandemia de la covid-19.
La advertencia ha sido hecha en el día de ayer por el Banco Mundial, que instó a las autoridades dominicanas a garantizar un retorno seguro y efectivo a las aulas mediante políticas y financiamientos adecuados, luego de determinar que “la ausencia de educación presencial por el cierre de las escuelas podría llevar a que dos de cada tres estudiantes no sean capaces de leer o comprender textos adecuados para su edad”.
La alerta está contenida en el estudio regional: “Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños: Los costos y la respuesta ante el impacto de la pandemia de covid-19 en el sector educativo del ALC”, donde la entidad califica de “abrumadoras” las estimaciones iniciales del impacto del cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe.
El Banco Mundial estima que las pérdidas en el aprendizaje podrían ser equivalentes a casi 1,3 años de escolaridad, tomando en cuenta un cierre de escuelas de 10 meses, lo que fue una realidad en varios países de la región y un escenario posible en muchos otros países si no se produce el retorno al modelo presencial.
Adicionalmente, el 71 por ciento de los estudiantes del primer ciclo de educación secundaria podría caer por debajo del nivel mínimo de rendimiento, lo que implica que más de dos de cada tres estudiantes del primer ciclo de educación secundaria no serían capaces de comprender un texto de extensión moderada, observó el organismo multilateral.
A principios de 2020, República Dominicana ya enfrentaba serios desafíos educativos por los bajos niveles de aprendizaje de los estudiantes de 15 años de edad, quienes se encontraba tres años por detrás de los alumnos de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en el desempeño en matemáticas, lectura y ciencias, según los resultados del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA en inglés).
De acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial, tras los meses de cierre de las escuelas, “el impacto ampliaría la ya marcada brecha socioeconómica de rendimiento académico en un 12 por ciento o un cuarto de año de escolaridad”.
También “daría lugar a que los estudiantes en el primer ciclo de secundaria en el quintil superior de la distribución de ingresos tengan, en promedio, casi 3 años de escolaridad más que sus compañeros contemporáneos del quintil inferior de ingresos”.
En América Latina, con más del 80 por ciento de los alumnos por debajo del nivel mínimo de rendimiento, las pérdidas de aprendizaje podrían impedir que los estudiantes desarrollen habilidades y competencias consideradas básicas o fundamentales en varios países, de acuerdo con el estudio del Banco Mundial.
El análisis subraya que a mediano y largo plazos, esto se traduciría en enormes pérdidas en capital humano y productividad.
Educación virtual
El estudio valoró la experiencia dominicana de desarrollar una estrategia de educación a distancia para el año académico actual basada en un plan de estudios simplificado que se centra en competencias básicas.
Precisó que medidas similares están siendo adoptadas por distintos países para el reinicio de las clases a fin de asegurar que se imparta los contenidos fundamentales. Por ejemplo, en Chile, el plan pedagógico para la reapertura de los colegios, que ya se está implementando en algunas escuelas, se basa en un currículo simplificado que se enfoca en matemáticas y lenguaje, cita el estudio.
No obstante, el Banco Mundial destaca que si bien la priorización del currículo puede ser conveniente durante e inmediatamente después de la reapertura de colegios, eventualmente se requerirán acciones adicionales para compensar por las materias y los contenidos no abordados.
Asimismo, el documento resalta la acertada decisión que tomó el país al modificar su calendario académico para ganar tiempo para la preparación e implementación de alternativas de educación a distancia.
“En la República Dominicana, por ejemplo, el año escolar 2020-2021 se inició en modalidad a distancia casi tres meses después que la fecha usual. Este lapso se utilizó para capacitar a los docentes y adaptar/producir contenido educativo”.
También fue valorado el programa Bono Estudio Contigo, que subsidió parcialmente el costo de matrícula de 30,000 estudiantes de bajos ingresos en universidades privadas seleccionadas.
El reconocimiento parte de la convicción de que existe el riesgo que muchos alumnos no regresen a las aulas universitarias, forzados a entrar en el mercado laboral, conforme indica el estudio.
La reapertura debe ser segura y efectiva
La Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad sirvió de plataforma para la presentación en el país del informe regional, que estuvo a cargo de Emanuela Di Gropello, líder de práctica para la educación del Banco Mundial en América Latina y el Caribe.
Durante la actividad, quedó claro que no hay tiempo que perder. Para cumplir con los protocolos sanitarios y de higiene, se recomendó mejorar las instalaciones escolares. “Si bien no se puede controlar por completo el momento de la reapertura, lo que los gobiernos pueden y deben hacer es asegurarse de que sus sistemas educativos estén listos para una reapertura segura y efectiva”, subraya el documento.
Expresa que la reapertura de escuelas es una decisión compleja que debe basarse en datos sobre salud pública, “la evidencia sugiere que la susceptibilidad al contagio aumenta con la edad y que es menos probable que los niños pequeños transmitan el virus”.