Faustino Reyes Díaz
Alex Reyes, trabajó en una de las principales fábricas de rones del país, pero decidió volver a su tirra natal: Neyba a integrarse al proceso de desarrollo de su terruño, enarbolando como bandera la vitivinicultura haciendo honor a ese buen nombre dado por el Congreso Nacional «Neyba Capital Dominicana de la Uva.
La Casa del Vino, es uno de los emprendimientos de este ingeniero químico y actual presidente de la Cámara de Comercio y Producción de la Provincia Bahoruco, pero sus sueños se esfumaron con el cierre, el miércoles 17 del presente mes de julio por presunta violación a la Ley de Salud de su empresa.
En este espacio de al menos 70,000 metros cuadrados se exhibían los vinos de fabricación artesanal, Mamaita, Papá Vásquez, Don Vilo, y otros derivados de la uva, como pasa, orujo y mermelada; además, otras marcas de la “bebida de los dioses”, reconocidas mundialmente.
A la ruta del vino, como también denominan a esta pequeña bodega, visitada por excursionistas, artistas, escritores, funcionarios, empresarios, diplomáticos, alcaldes dominicanos y extranjeros que se han impresionado y han valorado la importancia del acogedor lugar, donde se aprecia un pequeño parral de uvas para quienes no conocen el cultivo.
Entre los que visitaron la Casa del Vino, figuran el ex ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza; la senadora Faride Raful, el ministro de Industria y Comercio Víctor Ito Bisonó, el director del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (Feda), Hecmilio Galván; así como los embajadores Masahiro Takagi (Japón); León Freddy Muñoz (Nicaragua) y los alcaldes Bryan de Peña (Laurent Massachuset, Estados Unidos) y Germán Casagua Bonilla (Neiva, Colombia).
La Casa del Vino, es la entrada a Neyba. Aquí se proveen informaciones sobre la población y los detalles sobre el cultivo de la uva y sus derivados.
A pesar de la proyección en las redes sociales, la Casa del Vino, no es la gran industria que, a lo mejor influenciado por parte interesada, pretenden aparentar las instituciones que golpearon la sensibilidad de Neyba disponiendo su cierre, sino, cuatro pequeñas paredes donde se exhibe el gran potencial para desarrollar la zona con la viticultura.
El cierre de la Casa del Vino, de manera sorpresiva, la realizó la Dirección General de Medicamentos y Productos Sanitarios (Digemps), adscrita al ministerio de Salud Pública (MSP), en una operación en la cual participaron el Cuerpo Especializado de Control de Combustibles (Ceccom), adscrito al ministerio de Industria y Comercio, y la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Alex Reyes, dijo que la acción, más que afectarle personalmente, es un intento de afectar la proyección de la zona con un cultivo y sus derivados que pudieran colocar a Bahoruco en una de las provincias más desarrolladas del país.
“Este es un atropello a Neyba como Capital Dominicana de la Uva, esto es un espacio de vinos de 70 metros cuadrados y venir un contingente de tres Ministerios a cerrarme, sin ni siquiera darme una oportunidad de una advertencia …me deja impactado, no sé cómo calificarlo”, dijo, Reyes.
Lamentó que instituciones del gobierno actúen de manera adversa a las pretensiones del presidente Luis Abinader, que en el 2022 acordó con su homólogo de Argentina, Alberto Fernández “justamente para fortalecer la industria del vino en Bahoruco donde ahora mismo lo que se fabrica es de manera artesanal y con mucha precariedad”.
Dijo, que, desde su inicio, el gobierno ha sido propulsor de las mypimes para la creación de empleos y que a eso se debe el préstamo que tiene de Promypime y de otra institución del Estado y que la clausura afecta toda la cadena productiva del subsector vitícola.
Al descartar que el cierre de su pequeña bodega sea por asuntos políticos, el emprendedor, consideró que las decisiones de las autoridades podrían generar el desinterés de los productores que, como él, se esfuerzan para evitar la desaparición de lo que considera el emblema de la tierra del poeta Apolinar Perdomo.
El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Bahoruco, dijo que los comisionados que se trasladaron a esta zona le requirieron documentos sin notificarle previamente para que se hiciera de ellos, si eran necesarios, aunque asegura que no es propietario de una gran empresa sino de un espacio donde, como viticultor, expone los derivados de las uvas fabricados de manera artesanal.
Alex Reyes, indicó que presentó certificaciones de las oficinas locales de MSP, Ministerio de Trabajo, registro mercantil y su comprobante fiscal, pero, que para ellos no fueron suficientes como si vinieran con una decisión tomada.
«Clausuraron mi emprendimiento porque no le presenté las certificaciones, que ni yo entendía que debía, porque se trata de algo artesanal, no industrial. Estamos en Neyba, donde lo único que podemos mostrar es la uva yo quería darle valor agregado haciendo productos derivados como el vino, la mermelada, el orujo”, dijo.
Aclaró que no compite con nadie en el mercado porque Neyba no consume vino como tradición “ese vino se vende a los estudiantes que quieren agradar un profesor, esto es como “souvenir” (regalo) que la gente viene, aquí no hay un consumo masivo de venta que pueda ser competitivo para nadie, de un paciente que quiera agradar un médico”.