Con el Decreto núm. 646-24, el presidente Luis Abinader, «eliminó» la Dirección Nacional de Fomento y Desarrollo de la Artesanía (Fodearte), la se creó en 2002, como parte de los esfuerzos de racionalizar y modernizar la Administración pública, en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
La medida elimina duplicidades, optimizó recursos y alineó funciones, con el propósito de garantizar la eficiencia y la transparencia en el gasto público.
En ese sentido, sus funciones (las desempeñadas por Fodearte) serán asumidas por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), institución que quedó encargada de continuar promoviendo el desarrollo de la industria artesanal nacional.
En el decreto se establece el traspaso de funciones y derechos al MICM quien se convierte en el continuador jurídico de los derechos, compromisos y obligaciones de Fodearte, garantizando la continuidad de sus labores esenciales.
Los bienes de Fodearte pasaron a la administración de la Dirección General de Bienes Nacionales, que transfirió al MICM aquellos activos necesarios para cumplir con las funciones asignadas, mientras el Ministerio de Administración Pública (MAP), reubicó, indemnizó y otros procedimientos correspondientes al personal afectado por esta transición, en cumplimiento de la Ley de Función Pública.
De su lado, la Dirección General de Presupuesto (Digepres), gestionó las partidas no ejecutadas de Fodearte, asegurando que los recursos se utilizaran eficientemente, alineada con las prioridades gubernamentales.