En la jornada de ayer, Putin declaró a la prensa que la decisión de permitir a Ucrania atacar la profundidad del territorio ruso internacionalmente reconocido con armas de largo alcance significaría que los países de la OTAN «están en guerra con Rusia». «Si se toma esta decisión, significará, nada menos, la implicación directa de los países de la OTAN […] en la guerra de Ucrania. Esta es la implicación directa», destacó.
Mientras, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se reúne este viernes con el presidente de EE.UU., Joe Biden, para debatir si se debe permitir el uso de misiles occidentales en los ataques contra Rusia, reporta Reuters.
Anteriormente, The Times informó, citando a dos personas familiarizadas con el asunto, que Washington podría permitir a Kiev que utilice misiles británicos y franceses de largo alcance para atacar en profundidad a Rusia, pero no misiles estadounidenses, «con la esperanza de evitar una mayor escalada del conflicto».
El periodista Daniel Seixo opina que Occidente ayuda a Ucrania «no ya para ganar» el conflicto, sino para evitar un avance significativo de las tropas rusas.