Tomás Aquino Méndez
Al parecer, desde fuera se ven más objetivas las cosas que desde el interior del gobierno. Cuando los funcionarios de Danilo Medina anunciaron que entregarían la presa de Monte Grande antes de agosto del 2020, en varias ocasiones y luego de ver los trabajos en el terreno, escribí poniendo en dudas que pudiese cumplir esa promesa, aunque también he mantenido en alto mi bandera del optimismo. Danilo se fue y Monte Grande quedó, solo avanzada.
Cuando el presidente Luis Abinader visitó la presa a solo dias de juramentarse y aseguró que en el 2022 inauguraria UNA PARTE, escribí poniendo en dudas el anuncio y advirtiendo que ese proyecto es UN TODO y no puede ser entregada por pedazos.
En el 2022 tampoco hubo inauguración. En febrero de este año, al entregar 390 casas a las familias desalojadas del área de la presa, el presidente Abunader anunció la inauguración para julio. Volví a advertir que los avances mostrados por la obra no concluirían para esa fecha.
El director del INDRHI trató de convencerme de lo contrario y me invitó a visitar la obra. Aun espero que esa invitación concretice. El pasado miércoles el funcionario informó una nueva fecha para la inauguración.
Será entre septiembre y octubre que estará LISTA. Insisto, Monte Grande es un TODO. Casas, tierras, embalse, compuertas, tuberías, canales de distribución y sobre todo la obra SOCIAL Y HUMANA.
Sin estos, solo tendríamos un reservorio para almacenar el líquido. Para que el proyecto Monte Grande esté en octubre, hay que redoblar los trabajos en el terreno, no solo en los medios de comunicación.