Tomás Aquino Méndez
Cuando en el mes de febrero, el presidente Abinader anunció que Monte Grande sería inaugurado en julio, toda la región se alegró.
Por fin, después de más de 10 años en construcción y una lucha de más de 25 años, el sueño se haría realidad. Todos los sectores de la región aplaudieron. Yo, en la ocasión, escribí unas Expresiones en las que advertía sobre atrasos que había observado en la obra.
La reiteración del director del INDHRI, Olmedo Caba me llevó a dejar a un lado mi incredulidad. Sin embargo, al acercarse el mes de julio, ver la obra y escuchar a los campesinos de Monte Grande, solo quiero pedir que las autoridades ofrezcan detalles CONTUNDENTES de cuál es la realidad. Lo digo porque julio está AL DOBLAR LA ESQUINA.
Según el dirigente comunitario, Santo Esteban Florián, presidente del Comité de Protección y Defensa de la Comunidad, la obra no está LISTA para ser inaugurada. Afirma que el proyecto Monte Grande que es un conjunto, está “muy avanzado”.
Si no se concluye TODO, no funciona. Dice que, si las autoridades insisten en inaugurar lo que hasta ahora se ha hecho, ellos paralizarán los trabajos y ocuparán la zona del embalse.
Justifican su amenaza con protestar porque las viviendas del centro poblado fueron entregadas con filtraciones, sin instalaciones sanitarias y eléctricas adecuadas, la escuela y la clínica no han sido concluidas, no tienen obras deportivas, las calles están sin terminar y aseguran que, lo que es más trascendente para ellos “la tierra”, de las que han vivido toda su vida y utilizan para producir sus pocos ingresos, ni saben dónde están ubicadas ni se les ha informado nada oficial.
Por todo eso pedimos al presidente Luis Abinader comprobar si DE VERDAD Monte Grande puede entregarse el próximo mes de julio. Ojalá así sea.