Neyba.- A juicio del exdiputado por la provincia Bahoruco, Rafael Méndez, la ley 28-01, que crea la Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, nació «natimuerta» desde su promulgación hace 20 años, en términos su cumplimiento por parte de las autoridades competentes y por la escasa voluntad política de los gobiernos de turno.
“Decimos ha sido una legislación natimuerta, no porque su vigencia llega a su final, sino porque los beneficios que otorga esa legislación a las empresas instaladas o que buscan instalarse en la frontera, son escasos o nulos, en mayoría de los casos, por el incumplimiento de los funcionarios que les corresponde aplicar los beneficios”, afirmó.
Consideró que la nueva ley debe establecer sanciones para los funcionarios que no cumplan con los incentivos que contemple, así como plazos para que el consejo de coordinación conozca las solicitudes de instalación de las empresas que se les someta a su consideración y aprobación.
“Lo decimos con suficiente conocimiento de causa, porque fuimos testigos de que el consejo de directores y los funcionarios competente dejan dormir adrede en sus gavetas los expedientes que se les someten, para responder así a dictados de órdenes superiores”, aseguró.
Recuerda que la región fronteriza es el único espacio geográfico que goza de la mayor seguridad jurídica, avalada en sentencias de las altas cortes, por lo que la Ley 28-01 es la única legislación que complementa fielmente el mandato constitucional que llama a poner atención a la a la misma.