El Instituto Robert Koch (RKI), de referencia en Alemania en asuntos epidemiológicas, notificó este viernes, que la COVI-D-19 ha provocado la muerte de 50,642 muertos desde el inicio de la pandemia, que según su último recuento, 859 personas murieron las últimas 24 horas, una cifra en baja en comparación semanal.
El máximo de muertes en un día se dio el 14 de enero con 1,244, cifra que posteriormente se ha movido alrededor de los mil diarios.
Estas cifras se basen tanto en las personas muertas directamente de la enfermedad provocada por el virus como en las personas afectadas por enfermedades previas que se contagiaron de coronavirus y para las cuales la causa exacta del deceso no puede probarse de manera concluyente.
El instituto RKI registró también hoy 17,862 nuevos contagios de COVID-19 en un día, frente a los 22,368 del viernes de la semana pasada, mientras que el número total de infecciones verificadas en Alemania subió a más de 2,1 millones desde el inicio de la pandemia.
El número de personas curadas del virus es de alrededor de 1.780.200, mientras que el máximo de contagios en un día se dio el 18 de diciembre con 33.777 casos.
La incidencia de casos semanales por 100.000 habitantes cayó hoy a 115,3 casos, el nivel más bajo desde hace dos meses; el máximo se registró el 22 de diciembre, con 197,6.
La canciller Angela Merkel anunció el martes que los alemanes deberán portar una mascarilla quirúrgica en el transporte y en tiendas, endureciendo así las medidas contra el COVID-19 que se extienden hasta el 14 de febrero.
Acordó, también, con los representantes de los estados federados extender el teletrabajo, de modo que el empleador deberá ofrecer esa opción a sus trabajadores siempre que sea posible.
Las cifras de contagio, dijo, están bajando, por lo que está «mereciendo la pena el esfuerzo», pero «por otro lado, la cifra de muertes sigue siendo escalofriantemente alta».