Este sábado concluye la temporada ciclónica del año 2024 en el océano Atlántico, el Golfo de México y el Caribe, en la que se formaron 18 ciclones y un potencial ciclón.
Desde el primero de junio, cuando dio inicio la temporada ciclónica, ningún ciclón afectó de manera directa en República Dominicana. Sin embargo, los efectos indirectos del huracán Beryl, ocasionaron daños menores en algunas localidades como el Gran Santo Domingo.
El pasado dos de julio Beryl se desplazó al sur del territorio nacional y ocasionó un vigoroso oleaje, fuertes aguaceros y tormentas eléctricas.
Desde horas de la tarde las olas del mar Caribe sobrepasaban el nivel promedio y caían en las avenidas cercanas, donde algunas fueron clausuradas por el peligro que presentaba transitar en esas áreas.
En el Distrito Nacional y Santo Domingo Este fue cerrado el tránsito por las avenidas George Washington y España respectivamente por las fuertes ráfagas de vientos, fuertes oleajes y marea anormal que arrojaron objetos en ambas vías.
Alrededor de la 5:00 de la tarde, Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), anunció el cierre de un tramo de avenida 30 de Mayo, siendo este en el lado sur (oeste-este) que comprende desde la avenida Luperón hasta la Abraham Lincoln.
Beryl provocó daños en el malecón del Distrito Nacional y en las vías del litoral costero se observaban desprendimientos de tierra. Ante esto, el Malecón de Santo Domingo fue clausurado por las autoridades, colocando cintas de precaución en todos los alrededores para evitar que las personas se acercaran al lugar.
También, la planta generadora AES Andrés salió temporalmente de operación como resultado de los efectos meteorológicos provocados por el huracán Beryl, informó ayer AES Dominicana.
Asimismo, los organismos de protección civil informaron que realizaron evacuaciones preventivas y obligatorias en las provincias de Barahona y Pedernales.
El meteorólogo, Claudio Amparo, dijo que se preveía que para este año la temporada ciclónica seria “bastante activa”, debido a las cálidas temperaturas del mar y el fenómeno de la niña.
“Aunque la niña no se estableció tan fuerte, tan marcada, fue una temporada fuera de lo normal porque la media son 14 (ciclones) y se formaron 18 (ciclones) y un potencial ciclón tropical. Entonces, los pronósticos quedaron no tan intensos como se esperaban, pero si por encima de lo normal”, dijo Amparo.
El meteorólogo indicó que está demostrado que el cambio climático es un factor que está incidiendo en el aumento de las temperaturas del océano y el aumento del nivel del mar, lo que provoca que la población que vive en zonas costeras sean la más vulnerables cuando sube el nivel medio del mar.
Amparo sostuvo que a pesar de que la fecha de la temporada ciclónica apunta que inicia el primero de junio y culmina este 30 de noviembre, “no es un periodo exacto, puede formarse cualquier sistema fuera de esa fecha”.
Explicó que para estas fechas las condiciones son más desfavorables para la formación de ciclones debido a que las aguas inician enfriase. “Esta época suele ser muy precaria para estos sistemas”.