Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto (SS), dimitió este martes luegi de las críticas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump (2017-2021), sufrió un intento de asesinato.
La cadena NBC adelantó, citando a tres fuentes familiarizadas con el tema, que la renuncia se ha producido después de varios llamamientos de los legisladores para que renuncie.
Ayer, Cheatle compareció ante un comité de la Cámara de Representantes y afirmó que el intento de asesinato al expresidente Donald Trump supuso el «mayor fallo operativo» de la agencia «en décadas».
Cheatle, asumió «la responsabilidad completa» del lapso en «seguridad» de su agencia y aseguró que coopera con las investigaciones en curso sobre el atentado. La oposición republicana pidió su renuncia, al frente de la agencia encargada de la seguridad de Trump, quien fue herido de bala en una oreja en un mitin en Butler (Pensilvania). El tirador había trepado a un tejado a unos 140 metros del expresidente, aunque fuera del perímetro de seguridad.
Testigos alertaron dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del agresor, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Durante la audiencia, los republicanos protestaron por la negativa de Cheatle de responder a la mayoría de sus preguntas alegando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer qué falló en el operativo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende el Servicio Secreto, anunció este domingo el inicio por orden del presidente, Joe Biden, de una investigación independiente a lo ocurrido con miembros de los dos partidos que debe concluir en un plazo de 45 días.
La investigación la formarán, entre otros, Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional con Barack Obama (2009-2017), y Frances Townsend, exasesora de Seguridad Nacional de George W. Bush (2001-2009).