Cesar G. Díaz
El desarrollo turístico y la gestión sostenible del agua en República Dominicana son temas críticos que requieren un enfoque detallado. El informe «Desarrollo Turístico y Gestión Sostenible del Agua» destaca la importancia de equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales.
La República Dominicana ha experimentado un crecimiento económico significativo en las últimas décadas, impulsado en gran parte por el desarrollo del sector turístico. Este crecimiento ha traído consigo una mayor demanda de recursos hídricos, lo que ha puesto en evidencia la necesidad de implementar una gestión sostenible del agua en el país.
El desarrollo turístico en República Dominicana ha sido un motor clave para el crecimiento económico del país en las últimas décadas.
Sin embargo, este auge ha generado presiones sobre los recursos hídricos, especialmente en las zonas costeras donde se concentra la actividad turística.
En este artículo, analizaremos la relación entre el desarrollo turístico y la gestión del agua en la República Dominicana, sus impactos y las medidas que se están tomando para promover un turismo más sostenible.
a) Contexto
La República Dominicana ha experimentado un crecimiento económico significativo en los últimos años, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de agua para el turismo y la industria. Sin embargo, la gestión del agua en el país es ineficiente, lo que ha llevado a una escasez crítica de agua dulce y una contaminación significativa de los recursos hídricos.
b) Importancia del turismo en la economía dominicana
El turismo es uno de los principales motores económicos de República Dominicana, representando más del 30% del PIB. El país recibe millones de visitantes cada año, atraídos por sus playas de arena blanca, resorts de lujo y diversidad cultural.
El turismo de sol y playa es especialmente importante, con destinos como Punta Cana, Puerto Plata y La Romana liderando la oferta.
El turismo es uno de los pilares fundamentales de la economía de República Dominicana. En 2019, el sector turístico representó el 8,4% del PIB del país y generó más de 400,000 empleos directos e indirectos. La llegada de turistas internacionales ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años.
a) Desarrollo Turístico
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos para la economía dominicana, pero su crecimiento no ha sido acompañado de una gestión sostenible del agua. Las actividades turísticas, como el riego de jardines y la limpieza de playas, consumen grandes cantidades de agua, lo que puede afectar negativamente la disponibilidad de agua dulce para la población local.
b) Presiones sobre los recursos hídricos
El rápido crecimiento del sector turístico ha generado presiones sobre los recursos hídricos del país. Los hoteles, resorts y campos de golf requieren grandes cantidades de agua para su funcionamiento, lo que ha llevado a la sobreexplotación de acuíferos en algunas zonas. Además, la contaminación de los ríos y playas por aguas residuales y desechos sólidos es un problema grave, especialmente en áreas turísticas como Puerto Plata.
A estos problemas se le suma el crecimiento poblacional del país, ligado con un número creciente año tras año de turísticas que visitan paulatinamente el país. El mismo no cuenta con una gestión eficiente de los recursos hídricos, ya sea por ineficiencia de planes de gestión o su total inexistencia, poca comunicación entre los órganos estatales del país, y un planeamiento de robusto y eficiente con políticas claras que obedezcan a los intereses del país como nación.
c) Impactos del desarrollo turístico en el agua
La escasez y contaminación del agua derivada del turismo ha tenido diversos impactos en República Dominicana:
⦁ Problemas de abastecimiento de agua potable para la población local, especialmente en épocas de sequía.
⦁ Deterioro de ecosistemas acuáticos como manglares, arrecifes de coral y humedales, afectando a la biodiversidad.
⦁ Riesgos para la salud pública por consumo de agua contaminada y exposición a aguas residuales.
⦁ Daños a la imagen y atractivo turístico del país por playas sucias o contaminadas.
a) Medidas para una gestión sostenible del agua
Para abordar estos desafíos, el gobierno dominicano y el sector turístico han implementado diversas medidas:
⦁ Creación de una Estrategia Nacional de Sostenibilidad para el Sector Turismo, con apoyo de ONU-Turismo, para promover buenas prácticas en gestión del agua, energía y residuos.
⦁ Programas de tratamiento de aguas residuales en zonas turísticas, como la planta de tratamiento de Bávaro-Punta Cana y promover la reutilización del agua tratada para riego de jardines y campos de golf.
⦁ Incentivos para la adopción de tecnologías de ahorro de agua y energía en hoteles y resorts.
⦁ Campañas de sensibilización sobre el uso eficiente del agua dirigidas a turistas y población local.
⦁ Implementar medidas de conservación y restauración de ecosistemas clave para la recarga de acuíferos, como bosques y humedales.
⦁ Fomentar la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo e implementación de proyectos y políticas de gestión sostenible del agua.
b) Gestión Sostenible del Agua
Para abordar este problema, es necesario implementar prácticas de gestión sostenible del agua. Esto incluye la eficiencia en el uso del agua, la recuperación de agua de lluvia, y la implementación de tecnologías en los sectores de tratamiento de aguas residuales, abastecimiento de agua y riego. Además, es fundamental establecer políticas de protección de cuencas y zonas de recarga hídrica para garantizar la disponibilidad de agua dulce en el futuro.
La gestión sostenible del agua es crucial para el desarrollo turístico y económico de República Dominicana. Es necesario implementar prácticas eficientes en el uso del agua, proteger las cuencas y zonas de recarga hídrica, y establecer políticas que garanticen la disponibilidad de agua dulce para la población local y el turismo. Si no se toman medidas efectivas, la escasez de agua dulce y la contaminación de los recursos hídricos pueden tener graves consecuencias para el medio ambiente y la economía del país.
El desarrollo turístico ha sido un factor clave para el crecimiento económico de República Dominicana, pero también ha generado presiones sobre los recursos hídricos del país. La escasez y contaminación del agua derivada del turismo ha tenido diversos impactos sociales, ambientales y económicos.
Para promover un turismo más sostenible, se requieren esfuerzos coordinados entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil para mejorar la gestión integrada de los recursos hídricos. Iniciativas como la Estrategia Nacional de Sostenibilidad para el Sector Turismo van en la dirección correcta, pero es necesario redoblar esfuerzos para asegurar un desarrollo turístico que respete los límites de los ecosistemas y garantice el acceso al agua para todos los dominicanos.
El contexto del documento sobre el Desarrollo Turístico y Gestión Sostenible del Agua, en Girona, España, establece parámetros muy similares a los encontrados en la República Dominicana. Ambos informes subrayan la interdependencia entre el turismo y la gestión del agua, y la necesidad urgente de adoptar medidas sostenibles para asegurar la prosperidad económica y la preservación ambiental en sus respectivas regiones.
Los casos aunque en su problema central es similar, las causas que provocaron tal escenario difieren uno de otro. En el caso de Girona hablamos de una localidad de España, mientras que en el de República Dominicana se habla de un tema nacional.
En el caso de Girona el problema del desarrollo turístico y su relación con la gestión del agua se debe a un crecimiento no estimado que sobrepaso sus capacidades, por lo que han tenido que adoptar medidas para cumplir con la nueva demanda.
En el caso de República Dominicana, el problema trata no solo de un crecimiento acelerado en el turismo, sino también de una ineficiencia en el sector publico marcado por una inexistencia de planeamientos y políticas eficientes para el manejo y gestión del recurso agua.
El autor posee un Master en Gestión de la Contrucción con Postgrado en Gestión Urbanística y Planeamiento y Valoraciones Inmobiliarias y Pericia Judicial en la Universidad Ramón Llul, La Salle, Barcelona, España. De igual modo, es maestrando de la Maestría Gestión Sostenible del Agua en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)