Autoridades sanitarias y representantes de la sociedad civil discutieron sobre la salud de las personas que utilizan drogas en República Dominicana, en el que participaron expertos, en que se evidenció la necesidad de implementar servicios para reducir riesgos y daños, así como un marco legal que promueva un enfoque de salud y justicia social.
Destacan la importancia de tratar a las personas sin estigmatizarlas, pues consideran que el estigma y la discriminación, que enfatizó Hanoi Vargas, director ejecutivo de la Fundación Volver, limita la dignidad en el trato y puede llevar a la muerte prematura.
Abogó por decisiones basadas en la ciencia, subrayando que la falta de estrategias de reducción de daños vulnera los derechos humanos.
Los resultados exitosos del proyecto Príncipe en República Dominicana fueron presentados en el encuentro, en que se destacó la eficacia de sus estrategias de reducción de daños.
Este proyecto ha desempeñado un papel crucial al identificar una prevalencia del 4 por ciento de VIH, hepatitis C y tuberculosis entre usuarios de drogas en el país.
En una muestra de 1,084 personas, se observó que los hombres son más afectados por la prevalencia de VIH. Además, subraya la importancia de buscar a las personas en las comunidades para construir confianza, «un elemento clave que ha contribuido al éxito del proyecto Príncipe, y facilitar el acceso a servicios de ayuda, que resaltan la necesidad de enfoques centrados en la comunidad para abordar la salud de las personas que consumen drogas en República Dominicana.
A pesar de los beneficios económicos y efectividad comprobada, los servicios en República Dominicana siguen estando subfinanciados, los enfoques de control de la demanda son más rentables que las redadas. El evento también subrayó la necesidad de incluir datos en la toma de decisiones.
Juan Javier Rojas, de Resiliencia Comunitaria hizo hincapié en el apoyo institucional a los servicios comunitarios y la participación de la población en la definición de políticas.
Santo Rosario del COIN cerró el evento instando a la colaboración interinstitucional. Este diálogo, auspiciado por el COIN y con la participación de diversas entidades, representa un paso crucial hacia una respuesta más integral a las necesidades de las personas que usan drogas en la República Dominicana.