Benny Rodríguez
Sobre las cuatro provincias que conforman la Región Enriquillo: Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia, hay una real amenaza a causa de las abundantes lluvias que se esperan sobre la región a causa de la tormenta tropical Franklin.
Manuel Pineda, director regional del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHII), en la reunión del Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta (CPMR), advirtió que los pueblos ubicados en la cuenta baja del río Yaque del Sur podrían verse afectados con inundaciones, en caso de que se presenten crecidas en la parte alta del río San Juan, debido a que la presa de Sabaneta no tiene control cuando llega a su máxima capacidad, ya que rebosa el agua.
Pineda, dijo que esta situación podría ocasionar potenciales daños hacia poblados más abajo, como es el caso de la Cuenca Baja del Río Yaque del Sur, como son los casos de Jaquimeyes, Vicente Noble, Pescadería, Cabral, El Peñón, Las Salinas, incluso de Independencia y Bahoruco, como los casos de El Salado, Tamayo, Cristóbal, entre otros.
Aunque Sabana Yegua tiene capacidad para soportar poco más 300 de millones de metros cúbicos de agua, pero con espacio para recibir más de 100 millones de las precipitaciones que se esperan en la zona a causa de la tormenta tropical Franklin, las afectaciones son seguras, debido a que Sabaneta cuando alcanza el máximo de su capacidad rebosa el agua que es la que entra al río Yaque del Sur que, a su vez, provoca inundaciones en la zona del Suroeste del país.
Mientras esta situación se presenta en esta región que integran cuatro provincias, fundamentalmente en tres de ellas: Barahona, Bahoruco e Independencia, autoridades de protección civil trabajan en la mitigación y respuesta con el objetivo de reducir el impacto que sobre la zona pudieran dejar las inundaciones que se esperan como consecuencia de las abundantes lluvias que se prevé dejaría la tormenta tropical Franklin.
¡Otra vez! sin el metro del Suroeste
El pasado primero de junio, como cada año, inició la temporada ciclónica en la zona del Caribe, la cual concluye el próximo noviembre, cuyos pronósticos es que se esperan al menos 13 tormentas, 6 huracanes y dos huracanes mayores para este año 2023, cuando restan poco más de dos meses a la actual temporada ciclónica.
Como puede apreciarse la Región Enriquillo, es una zona altamente vulnerable a la ocurrencia de los fenómenos de la naturaleza, cada vez que tenemos éstos eventos tropicales, con secuelas de daños materiales, de vidas en ocasiones y hasta emocionales, con zonas que se inundan parte baja de la Cuenca del río Yaque del Sur, como son los casos de Tamayo, Vicente Noble, Jaquimeyes, El Peñón, Cabral, Las Salinas, Cristóbal, entre otros poblados que lo bordean.
La furia de las avenidas de las aguas solo puede controlarse cuando a la región le satisfagan su sueño anhelado desde hace décadas: la presa de Monte Grande, que sus habitantes han definido como “el metro del Suroeste”.
¡Otra vez! la región se ve potencialmente “amenazada” por esta potente tormenta tropical Franklin y no tiene concluidos los trabajos de la presa de Monte Grande, que serviría para contener la furia de las avenidas de las abundantes lluvias que se esperan en esta jurisdicción como todo el territorio nacional.
Se recuerda que “el metro del Suroeste”, ha sido visualizado como la obra de mayor importancia para toda la Región Enriquillo, porque no solo viene a servir de “dique de contención” a la furia de la naturaleza, como ahora que estamos muy amenazados por la tormenta tropical Franklin, sino que impactará positivamente en el bienestar social y económico de habitantes de la región.
Además, de evitar las inundaciones la presa incorporará más de 700 mil tareas a la producción, generará electricidad, empleos y servirá para detener la situación que se produce en el lago Enriquillo, que ha diezmado la producción e impactando negativamente en las economías de las familias que viven en las comunidades que lo bordean la Cuenca Baja del río Yaque del Sur.
Avance de la presa es de un 97%
Según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHII), el Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande (PMPMG), presenta avances significativos, según su director ejecutivo Olmedo Caba Romano, “el metro del Suroeste” está en un 97%.
Visto desde las perspectivas del Indrhi y Caba Romano, apenas falta un 3% de los trabajos en el más importante proyecto para la zona del Suroeste del país, incluso el compromiso es de entregar el proyecto hídrico antes de que finalice este año, que sería el pasado julio, pero falló la fecha de entrega como cuando inició el su gobierno el presidente Luis Abinader que prometió inaugurarla al año siguiente.
Pero las afirmaciones del Indrhi “choca” con la visión que tienen habitantes de las comunidades desplazadas para dar paso a la construcción del Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande, quienes no esconden su desconcierto e incredulidad de lo que se dice en los medios sobre la pronta terminación de la represa, porque, afirman, “no es la realidad de la obra que lleva 14 años en ejecución”.
Santo Ferreras Florián, presidente del Comité de Lucha de Los Güiros, entrevistado a mediados del cursante agosto, dijo que el PMPM solo presenta el avance del que hablan las autoridades en los medios de comunicación, porque en la realidad hay un retraso notable y el centro poblado, entregado como concluido, presenta grandes y graves fallas.
Consideró que no puede hablarse de solución ni que los trabajos prácticamente terminaron cuando no es una realidad, porque, a su juicio, se trata de una estrategia para engañar a la opinión pública y que, afirma, al final no puede sostenerse, porque el Indrhi previamente debe resolver una serie de situaciones.
El poblado que entregó hace poco Abinader, presenta filtraciones que deben corregirse, calles sin hacer, otras vías dejadas a medias, obras complementarias del poblado aún no se concluyen: el Destacamento de Policía, estadio de béisbol, centro de salud, cuartel de bomberos, sobre todo, el medio económico sin resolver, es decir, el asentamiento agrícola al campesinado desplazado de sus medios de vida para dar paso a la construcción del complejo hídrico.