Oscar López Reyes
¿Estamos en Puerto Príncipe o en la capital dominicana? ¿Es el estamento militar corrupto e indolente apostado en la frontera el primer responsable? ¿son la ONU y otros organismos internacionales el segundo auspiciador?, y ¿son los empresarios mercantilistas los terceros causantes de esta tragedia nacional? Asistimos, mientras una altísima proporción de los nativos duerme en el espejo de la pasividad, a la pérdida de la patria.Al margen del individualista pedazo de aguacate, el partidismo, el gobiernismo y el fanatismo, pensemos y actuemos para salvar a la República Dominicana. Plasmemos, sin narratividad en la línea argumental y en una amargura que roza los linderos del vértigo, los perjuicios de la mudanza pacífica y la co-responsabilidad de los ciudadanos:
1.- Usufructo de espacios físicos dominicanos e instalación de ghettos o una minoría étnica, como ha ocurrido en Higuey, con la posibilidad de que luego se apropien de estos, con reclamos de derechos adquiridos, como ocurrió durante 1929 y 1935.
2.- Subversión de los valores de la identidad cultural o dominicanidad.
3.- Desplazamiento de dominicanos en los puestos de trabajo y el comercio, por ilegales e indocumentados.
4.- Desvalorización de la paga laboral.
5.- Diseminación de enfermedades transmisibles y desembolso del gobierno en salud, educación y otros servicios. En los últimos dos años, han sido invertidos 10 mil millones de pesos solo en las parturientas a las que los militares les permiten que entren a dar a luz.
6.- Deforestación del territorio nacional.
7.- El desvío de recursos financieros, humanos e infraestructurales priva a los dominicanos del disfrute de servicios públicos claves, y obstaculiza el desarrollo general de la República Dominicana.
8.- Amenaza de que la población haitiana se convierta en un factor determinante en procesos electorales y en la adopción de políticas públicas. Ejemplo: si a dos millones de haitianos y sus descendientes (seleccionemos el promedio de tres) se les otorga el poder de elección, estaremos hablando de diez millones de votantes.
9.- Arrabalización de los espacios públicos y vandalización.
10.- Dar argumentos para que continúen desarrollándose campañas de descrédito internacional por supuestas violaciones a derechos humanos y apatridia.
¿Quiénes son los culpables?
1.- Los presidentes de la República que directamente, o a través del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), suscribieron o autorizaron acuerdos interestatales para la traída masiva de braceros para el corte de la caña en los ingenios azucareros públicos y privados. Además, han claudicado ante las ofertas de financiamiento internacional o las amenazas de retiro de las ya existentes, los temores a las condenas exteriores o se ha carecido de los efectivos de las Fuerzas Armadas para proteger la frontera.
2.- Los agentes reclutadores públicos y privados, o negociantes de trata negrera que, finalizada cada zafra, no repatriaban a los jornaleros, para evitarse los costos que implicaba esa operación.
3.- Integrantes del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT) y otros militares de servicio en puntos fronterizos, que los dejan cruzar a cambio de dinero.
4.- Los empresarios agrícolas, de la construcción, turísticos y de otros sectores, que los emplean para pagarles salarios más bajos, suplantando a los dominicanos, para obtener más ganancias por la vía de la explotación.
5.- Instituciones estatales que los contratan en la construcción de grandes obras de infraestructura, con el señalamiento de que los dominicanos no quieren trabajar, en virtud de “las pagas miserables e indignantes” que, por cierto, ha mejorado últimamente.
6.- El Ministerio de Trabajo, que no sanciona a las empresas que violan el artículo 135 del Código Laboral, que establece una proporción del 80% para trabajadores dominicanos y un 20% para extranjeros.
7.- La Oficina de Coordinación Laboral, que no observa la Ley de Migración 284-04, respecto a la canalización y entrada de trabajadores inmigrantes temporales.
8.- El Ministerio de Relaciones Exteriores, por permitir que los consulados dominicanos en Haití expidan visas descontroladamente.
9.- El Ministerio de Interior y Policía, el Consejo Nacional de Migración y la Dirección General de Migración, que ejercen tímidamente sus funciones para que sea cumplida la Ley 284-05, sobre Migración, y llevan a cabo persecuciones sólo cuando se formulan continuas y sostenidas denuncias sobre la ocupación pacífica haitiana.
10.- La Procuraduría General de la República, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Dirección General de Migración y otros organismos estatales, que ejecutan opacamente sus misiones para que sea cumplida la Ley 137-03, sobre Tráfico ilícito de migrantes y trata de personas.
11.- La Junta Central Electoral y oficiales civiles que, por debilidades, sobornos y otras razones, otorgaron documentos irregulares de identificación personal.
12.- Los sucesivos gobiernos, por no otorgar los recursos financieros requeridos para los operativos de contención en la frontera; por negligencia, incapacidad logística, conciliación, temor y entreguismo a los poderes extranjeros.
13.- Organizaciones de la sociedad civil y grupos de presión locales y globales, izquierdistas, sociólogos, politólogos, periodistas y otras figuras de la vida pública que propugnan por políticas migratorias flexibles y/o abiertas, y justifican la presencia foránea, argumentando criterios humanitarios y el respeto a los derechos humanos.
14.- Representantes de partidos políticos que les gestionaron y entregaron cédulas para que votaran por ellos en elecciones nacionales.
15.- Distintos segmentos de la sociedad dominicana, por su pasividad y complicidad ante la ocupación ilegal y las afrentas de los extranjeros.
Estamos perdiendo la patria. Son muchos los que tienen que hacerse un mea culpa y enderezar el rumbo, empezando por una profunda profilaxis en el Cesfront. Tenemos que endurecer los mecanismos de control, porque los vecinos del Occidente solo escuchan con la dureza y, por eso, después de la cruel y repudiable matanza de Trujillo, en 1937, ni se acercaban por la frontera. El titular de primera plana del Listín Diario del jueves 10 de agosto de 2023 es harto ilustrativo: “Militares hospitales de Mao ahuyentan a los haitianos ilegales”.
Obligatoriamente tenemos que citar al padre de la patria, Juan Pablo Duarte: “El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico…O no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.
*Autor: Miembro de número del Instituto Duartiano