Dr. Natanael Gutiérrez
Hace poco asistí a una muy bonita actividad que se hacía llamar “un espacio para el debate de la realidad y el futuro de la región Enriquillo”, sabiendo esto era para mí es un deber asistir pues siempre voy a poner mi interés de ver la región crecer por encima de cualquier intención política.
Me senté a escuchar con mucho entusiasmo las palabras del actual Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza. El ministro en sus palabras, nos contó la cantidad de esfuerzo que se vienen realizando en mi querido sur, ese sur en el cual me toca despertarme cada día.
De todo lo dicho por Paliza, que no tuvo que ver con obras de carreteras, como, por ejemplo; la circunvalación de Azua y pronto la de Bani, (que ojalá no presente los vicios de construcción que la de Azua), en medio de esa disertación me quede con todo el deseo de preguntarle que, si algún día podremos contar con la carretera que uniría Pedernales con Jimaní.
Pues estas dos localidades estando dentro de la misma región se toma tres horas para llegar de un punto a otro, y sabemos que como región estamos en desigualdad por el mismo tema de la falta de calidad de las carreteras. Pero bueno, lo que entendí que dijo bien claro fue: “para llegar a desarrollarse, deben los sectores ponerse de acuerdo”, esto parece lógico, pero es vital dejarlo algo claro, esta afirmación no deja espacio a la duda que esto ha sido el gran talón de Aquiles de mi amada región.
Escuchar aquellas palabras en labios del ministro, me recordó una cita bíblica ¿“andarán dos junto” si no estuvieran de acuerdo?, cierro la cita con la respuesta más lógica a esta pregunta, ¡No! esto me gustó porque ya lo sabía, pero era necesario que todos en ese escenario vuelvan a escucharlo, sí, porque así, no se le deja todo a un solo sector, el político, como si solo los políticos son culpables de la desgracia de ser los más pobres de un país, aunque esto no los hace inocentes de las acusaciones.
¿Qué no me cuadró? Cuando el ministro se atrevió a establecer una hipótesis sobre que Barahona va a dotar de mano de obra calificada y cualificada a Pedernales para su proceso de desarrollo turístico, eso no lo creo tan así, creo que dotará de mano de obra de todo tipo pues para ser cualificada y calificada entonces Barahona debería ser una potencia en materia de opciones académicas y nada más lejos de la realidad.
Entonces, hagamos este simple análisis escuchando al ministro decir en el mismo discurso que, el gran Santo Domingo, es la ciudad que cuenta con las infraestructuras académicas de alto nivel para formar nuestros jóvenes en carreras con buenas demandas.
Ante esta realidad, se nos hace más fácil pensar que Barahona entrega sus talentos jóvenes sin un tickes de regreso a su amaba región, pues no tenemos para ellos las plazas, y de lograr convencerlos de regresar a Barahona o a Pedernales, ¿dónde están los servicios de calidad complementarios? como la salud, la educación, la recreación, gastronomía, servicios que nos aseguren la permanencia de ese talento de profesionales jóvenes, quizás en edad de ejercer sus carreras, tener una pareja (que quizás no sea del sur) e hijos.
Al parecer quienes hacen los planes estratégicos sobre economía y desarrollo que deberán impactar la región Enriquillo, solo vienen de fin de semana. Me parece que ese orden de factores se hace desde un escritorio, más no, desde el terreno de juego, aquí en el Sur donde el sol pica, donde vemos nuestros pueblos como si fuera un paciente accidentado, un desangre de nuestra población hacia otros destinos y nos vamos quedando solos.
Esto se expresa también en la capacidad representativa, teníamos en la provincia de Barahona cuatro legisladores en la Cámara de Diputados y en la actualidad solo tenemos tres dados el descenso de la densidad poblacional, quizás en unos años seremos dos, y en esa parte de la película siempre me gustó ser claro, no vender sueños.
Como provincia debemos entender que, para tener industrias, agroindustrias y servicios de calidad, se debe tener gente formada y preparada, debemos trabajar para incentivar la creación de empleos, debemos lograr que nuestros puntos de negocios existentes sean de buena calidad. Luchar porque la gente no se vaya es la meta, no es tan fácil, pero debemos intentarlo.
Es una tarea urgente promocionar nuestros destinos para que gente con deseos de hacer proyectos vengan, pues hay un dato confirmado por el ministro y es que “es cierto que la cantidad de gente es determinante para la inversión de los gobiernos”, en otras palabras, las obras se hacen donde hay votos.
Así que cuando escuches decir “el sur lo tiene todo” díganle que dije yo, que eso no es verdad, pues lo más importante que debe tener una región para desarrollarse es la visión, los planes, el amor de querer que nuestra región corra con otra suerte, el día que demostremos que tenemos de manera colectiva ese amor entonces sí voy a afirmar “que lo tenemos todo”.