Jaime Aristy Escuder
El 23 de enero comenté que el próximo aumento del salario mínimo no sectorizado debería quedar entre 10% y 16%. Ese rango lo obtuve analizando la inflación acumulada en los dos años previos a la fecha de ajuste y tomando en consideración la expectativa de inflación para los próximos dos años.
Ayer se acordó en el Comité Nacional de Salarios realizar un ajuste de un 15% en abril de este año y un 4% en febrero de 2023; en términos acumulados eso significa un aumento de 19.6%. El primer componente del ajuste queda cerca del techo del rango que propuse, que se fundamenta en la inflación acumulada en 24 meses previos.
El segundo ajuste ocurrirá dentro de casi un año, durante lo cual se registrará una inflación en el entorno de 4%. Esto significa que la decisión tomó en cuenta la inflación acumulada y la prevista.
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https://jaimearistyescuder.blogspot.com/2023/03/el-nuevo-ajuste-del-salario-minimo.html?spref=tw
Aumentará el ingreso nominal de los empleados del mercado laboral formal que perciben salario mínimo. Esa es una buena noticia. Es probable que los empleados formales que tienen salarios superiores al mínimo también reciban un aumento, aun cuando sea un ajuste porcentual menor.
Los perceptores de ingresos en el mercado laboral informal, que representan alrededor del 58% de los trabajadores, no se beneficiarán del aumento del salario mínimo.
Las micro y pequeñas empresas formales, que tienen un mayor porcentaje de empleados con salario mínimo, serán las que experimentarían un mayor aumento relativo del costo laboral.
Todas las empresas evaluarán la posibilidad de trasladar el aumento de los costos laborales al precio final. Esto se traduciría en una mayor tasa de inflación.
El impacto sobre los precios dependerá de las condiciones del mercado de bienes en los cuales operen esas empresas formales. A mayor intensidad de competencia, menor capacidad tendrán de trasladar el aumento de los costos al precio final.
Asumiendo que los precios de sus productos se mantengan constantes, el incremento del costo laboral reduciría el beneficio de las empresas. Para enfrentar esa situación los propietarios de negocios tendrían que despedir personal.
Un negocio que empleaba cinco personas con el salario mínimo de 21 mil pesos enfrentaba una nómina de 105 mil pesos al mes, dejando fuera los costos vinculados con los aportes a la Seguridad Social.
Con el aumento del salario mínimo acumulado de 19.6% esto implica que la nueva nómina sería de 125,580 pesos al mes. En caso de que una determinada empresa no pueda trasladar ese nuevo costo laboral a sus precios, y quisiera evitar una reducción de sus beneficios, tendría que despedir a un trabajador.
El objetivo de ese empresario es intentar seguir produciendo la misma cantidad, pero con solo cuatro empleados. Esto significa que habría un aumento de productividad laboral de los cuatro empleados restantes, que compensaría el incremento del salario mínimo.
Lo anterior confirma nuevamente que no hay almuerzo gratis, sobre todo, en un entorno en el cual la economía registra una reducción de su ritmo de crecimiento.