Oscar López Reyes
En comunicación social, los adjetivos calificativos se cotejan en tres géneros o trechos: el noticioso, el periodístico/literario y el de opinión o argumentativo.
1.- El género noticioso, que desecha el complemento de la substantivación o la desadjetivación, en el parámetro de la intratextualidad y la extratextualidad hiperbólica y retórica como recurso semántico y su desconexión ética, encarna la transmisión de pareceres estimativos y, en ese modo, deforma la información.
Además, los adjetivos calificativos se asumen como una manipulación de la noticia, que la desvirtúan y desfavorecen a su redactor. Para garantizar el profesionalismo y la credibilidad, se recomienda presentar los acontecimientos tal y como han ocurrido.
Para el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Martínez Albertos, el estilo informativo ha de ser “sobrio y escueto, rigurosamente objetivo, en el que no hay lugar para el yo del periodista” (4).
Otro catedrático de la Universidad de San Pablo-CEU de Madrid, José Francisco Serrano Oceja, anota que en la “objetividad no nos referimos a su sola naturaleza ética, sino a la ecuanimidad, a la imparcialidad o apariencia de imparcialidad con la que se cubre una noticia” (5).
Siguiendo con la madre patria, “para lograr una información objetiva y rigurosa en cualquiera de los soportes”, en su estatuto de redacción, la agencia española de prensa EFE fija como obligaciones ineludibles de sus periodistas “la imparcialidad, la exactitud, la carencia de tendenciosidad y la honradez” (6).
Dos grandes del periodismo y la literatura también puntualizan sobre la sociolingüística en el manejo de las denominaciones del mosaico informativo y la construcción de la noticia.
El periodista, cuentista y novelista Ernest Miller Hemingway (1899-Estados Unidos-1961) recomendó a los jóvenes reporteros y escritores que rehúsen los accidentales, con la frase de “Si encuentras un adjetivo, mátalo”, y rogó: “evita los adjetivos, especialmente los extravagantes como espléndido, grande, magnífico, suntuoso” (7).
Por igual, el periodista, cuentista y novelista, Premio Nobel de Literatura en 1982, Gabriel García Márquez (Colombia 1927-México 2014) postuló que el empleo de los adjetivos (y adverbios calificativos) en el texto periodístico se convertía en “un vicio empobrecedor” (8).
2.- El género periodístico/literario, que se rotula en la crónica y el reportaje, admite la adverbialización del adjetivo en la preciosura de la descripción y narración como percha del retrato estético y la gramática estilística, en el ramillete de la “estructura sintáctica y rítmica” (9).
Los adjetivos más adecuados y moderados atribuyen cualidades a los relatos cronológicos, y son conductos para la precisión y la consistencia redaccional.
Como riqueza léxica y estibador artístico/literario, el autor dominicano Ramón E. Colombo, acude a la adjetivación retórica en el armazón morfológico de sus muy ponderadas crónicas: “Desde las nueve de la mañana -fresca con el invierno- de aquel jueves…”, “Al abrirse la puerta delantera del avión blanquiazul que exhibía en su fuselaje el escudo papal, asomó un hombre alto, de regular complexión y una cara redonda y sonreída…”, y “Desde muy temprano caía tremendo aguacero. Pero la sala de la tremenda corte (Primera Cámara Penal del Distrito) se llenó de una multitud bulliciosa, cuerdera y alegre…” (10).
3.- El género de opinión o discursivo, como el editorial, el artículo, el análisis/comentario, la carta y la glosa, evalúa y conceptualiza, analiza y juzga, aprecia y sugiere, critica y censura, y aplaude y condena. Así, pues, se precisa adjetivar.
Editorialmente, el 20 de octubre de 2022, el matutino Listín Diario utilizó un cuarteto continuo de calificativos, “peligrosa”, “plaga”, “asedio” y “chantaje”: “Los “limpiavidrios” callejeros se han convertido en una peligrosa plaga de asedio y chantaje contra los automovilistas” (11).
En la misma fecha, el diario Hoy plasmó, editorialmente, dos adjetivos: “absolutamente” y “estrepitosa”: “Aquí hemos tenido planes contra la violencia y la delincuencia en los últimos 30 años, pero todos, absolutamente todos, han fracasado de manera estrepitosa” (12).
Los adjetivos están circunscriptos a espacios de razonamiento, en el regadío de la sensatez y la prudencia, y son codificados con la más adecuada técnica discursiva editorial y opinativa, para la enseñanza en la interdisciplinariedad. Son acomodados con la sintaxis del idioma español y justificados en sus clasificaciones explicativas o valorativas, demostrativas, especificativas, comparativas, connotativas, posesivas, relacionales, exclamativas e interrogativas, y otras.
Y su antítesis enmaraña en el eclipse de la credibilidad. Sus emisores zumban en la grosería, las jergas mordaces y epítetos trivializados y profanadores, divorciados de la semiótica en su interacción textual.
Temerosos de que les endilguen calificativos desconsiderados, funcionarios públicos, empresarios, expertos, académicos y otras figuras públicas se resisten a asistir a entrevistas y a otros encuentros mediáticos. Y, por ese descrédito, el presidente Luis Rodolfo Abinader ha renunciado, ni corto ni perezoso, a que le adjudiquen tratamientos protocolares en grado superlativo absoluto -como excelentísimo y honorable-, así como también el título de licenciado.
Citas bibliográficas:
4.- “Aproximación a la teoría de los géneros periodísticos”, en el libro “Redacción para periodistas: informar e interpretar”, José Luis Martínez Albertos, Editorial Ariel, Barcelona, España, 2008, pág. 64.
5.- “Redacción para periodistas: informar e interpretar”, José Francisco Serrano Oceja, “La noticia”, pág. 159.
6.- “Libro del estilo urgente” de la agencia española de prensa EFE, Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores, Barcelona, España, 2022, pág. 385.
7.- Hemingway, Ernest Miller, https://literalni.com/conoce-mas-sobre-el-uso-de-adjetivos-en-periodismo/
8.- García Márquez, Gabriel, https://literalni.com/conoce-mas-sobre-el-uso-de-adjetivos-en-periodismo/.
9.- “Curso superior de sintaxis española”, Samuel Gili Gaya, Impreso por Ingraf, Barcelona, España, 1990, pág. 216.
10.- Colombo, Ramón E., “Memoria de los años duros. Crónicas”, Editora Búho, Santo Domingo, Rep. Dom., 2014, págs. 28, 29 y 41.
11.- Listín Diario, 20 de octubre de 2022, pág. 12.