Dantes Ortiz Núñez
El origen de los grandes problemas político-sociales de la nación dominicana se sitúa en el marcado del desencuentro entre el Estado y la Sociedad Civil. Esto así porque desde la proclamación del Estado en 1844 este fue cooptado por la oligarquía, que se oponía a su proclamación y gestación por entenderlo inviable, pero, desde entonces al controlarlo lo ha estado usufructuando y bloqueando el imprescindible pacto político-social entre el mismo y la sociedad civil. por lo que este no termina de institucionalizarse y modernizarse.
Ese desencuentro se ha ido profundizando en la medida que el uso instrumental de los recursos estatales para acumular capitales vía extracción absoluta de plusvalía, y acumulación por despojo, es decir, desvío de recursos económico-financieros para uso personal, familiar y grupales, ha impedido que la alta burocracia civil y militar se ocupe de retribuirle a la ciudadanía, en bienes y servicios, lo que le quita en impuestos y tasa; siendo estos usado a discreción por los distintos administradores estatales, salvo contadas excepciones.
El Estado oligárquico ha sido fuente permanente de empleos, negocios y acumulación. La reproducción capitalista propiamente dicha ha sido su ocupación central, al margen de los intereses ciudadanos. De ahí su desnaturalización, en tanto que fetiche para los que han logrado servirse de él.
El Estado ha devenido principal agente de la formación y expansión empresarial y para operativizar tal función, se ha requerido de anular la capacidad de servirle a la sociedad en su conjunto a través de las instituciones oficiales, bloqueando la aplicación de la Constitución y las leyes, además de esquivar la asignación de personal con los perfiles adecuados para el correcto desempeño y cumplimiento de los objetivos sectoriales de cada agencia del Estado para con la Sociedad civil.
El Estado en una sociedad capitalista institucionalizada tiene rol de intermediación entre el capital y la sociedad civil, (especialmente con el trabajo). En Rep. Dominicana es históricamente demostrable que tal rol nunca ha sido desempeñado por el Estado. Pues como quedo dicho, los grupos detentores del poder económico al instrumentalizar las distintas agencias estatales y sus dependencias, han estado bloqueando que se creen las condiciones generales para el desenvolvimiento institucional y la vigencia de las leyes y que funcionen los debidos procesos institucionales y el Estado de derecho Todo intento modernizante que implica penetrar la sociedad civil con proyectos civilizatorios se ha saldado en fracasos, mismos que han sido puestos en operación por políticos, grupos empresariales y de la alta burocracia, para hacer efectivas las instrumentalizaciones, causando el bloqueo al desarrollo institucional y la correspondiente adecuación a sus intereses. Se trata de un problema histórico social inseparable en la actual Formación Social.
A lo largo del siglo XIX el predominio de la heterogeneidad en la Formación Social dominicana y la escasa capacidad funcional de los aparatos recaudadores, de los mecanismos de control social y la no existencia de Disciplina social, hacían inviable la operatividad estatal, generando caos, gobiernos de corta duración y administraciones autoritarias. Lo primero que se hizo evidente era que se requería superar la manera de hacer política, derrotar el caos y desorden social existente e ir creando espacios seguros para la inversión, circulación de la fuerza laboral, circulación de las mercancías (ampliación del mercado interno) y realización de la plusvalía (obtención de beneficios).
Es que en medio del caos de los caudillos era imposible la gobernanza. El estado de desorden fue advertido por los reclamos de la población y la intelectualidad que demandaban superar tal situación mediante la creación de la paz social y la implantación del orden. Paz y Orden también fueron demandas orgánicas a los intereses de los inversionistas, satisfacer esas aspiraciones no fue factible en el marco de gobiernos liberales, se impuso que fueran logradas mediante gobiernos autoritarios.
Dado que las relaciones capitalistas acusaban marcado nivel de precariedad los rasgos característicos de la sociedad solo podían cambiar al superarse la heterogeneidad de la Formación Social y esto inició con las inversiones en la industria azucarera moderna, y aun así, hasta que la lógica capitalista no tuvo cierto nivel de consolidación y se hizo dominante al interior de la FS, no se aplicaron criterios de modernidad estatal. Ello explica en gran medida que los gobiernos del Partido Azul entre 1879 y 1886, las dictaduras de Ulises Heureux (1886 1899) y Ramón Cáceres (1906 1911), la ocupación norteamericana (1916 1924), y, la Dictadura de Trujillo (1930 1961), respondieran directamente a los requerimientos del capital para garantizarles la recuperación de las inversiones y la rentabilidad.
Los azules crearon los incentivos de exoneraciones para los inversionistas y las leyes para protegerlos, al tiempo que garantizaron Paz y Orden mediante el Decreto de San Fernando, que permitió pasar por las armas a todo complotado. Lilis, mantuvo las disposiciones anteriores y las amplió, modernizó los órganos de controles policiales y militares, creo infraestructuras y les garantizó recuperación de lo invertido y mucha rentabilidad. ¿Cómo se hizo? Mediante una sanguinaria administración y endeudando la nación. Cáceres, fue el más consistente, porque el equipo acompañante acusaba características especiales, trabajó lo material, lo institucional, amplió de presencia estatal en el seno de la sociedad creando caminos, líneas ferroviarias, modernización de los órganos de control y represión. Los ocupantes demostraron el más alto grado de organicidad en sus ejecutorias, trabajaron materialidad estatal, represión, obras públicas y legislación. Sobre esa herencia Trujillo operó con eficacia, lo amplió todo, es decir amplió el dominio del capitalismo en la FS, expandió la burocracia y la penetración del Estado a la Sociedad Civil. Todo lo anterior se hizo con desmedro de los derechos humanos, con alta represión social y política. El desarrollo del capitalismo ha sido históricamente así, botando sangre a borbotones. La mayor parte del presupuesto durante esas administraciones fue invertida en infraestructuras y represión por que se precisaba de viabilizar el capitalismo y garantizar el orden y la paz que lo permitieran.
Superar el caos y el desorden, requirió de establecer mecanismos de controles sociales y disciplina (ejercito, cuerpo policial, seguridad del Estado), creación de escuelas (particulares, oficiales y centros de arte y superiores) a todos los niveles, modernizar la contabilidad oficial, ampliar la legalismos, extender la esfera de la instituciones( juzgados de paz, alcaldías, etc.) en fin una práctica jurídico administrativa que se extendiera a la totalidad del territorio, y sobre todo, una ampliación de la materialidad estatal que penetrara al cuerpo societal dotando de presencia al Estado en el territorio. Lo anterior demuestra que las dictaduras dominicanas han sido todas requerimientos de los capitalistas para salvaguarda de sus intereses y desmedro de la ciudadanía. Cercenar las libertades individuales y publicad en esa etapa fue consustancial a la acumulación primitiva de capitales
Uno de los elementos sobresaliente de la modernidad es la universalización de las reglas generales para todos los ciudadanos e igualdad ante las leyes. Esa tarea ha estado particularmente torpedeada por los grupos de poder económico y factico que se niegan a someterse al imperio de la legalidad y sabotean cualquier intento al respecto.
Desde la antigüedad los grupos de mayor poder económico han estado por encima del ordenamiento jurídico, a esto se llama Poder -Propiedad, pues su grado de impunidad guarda relación con la cuantía de sus riquezas. Ese poder propiedad es elemento distintivo de la premodernidad, pues solo fue superado con el predominio de la modernidad capitalista en Inglaterra, Estados Unidos y Francia cuando se estableció la Independencia Política Relativa del Estado respecto a los grupos dominantes, lo que fue dable solo gracias a la conquista o adquisición de la Autonomía Económico -Financiera del Estado frente a los grupos de poder económico, y esta a su vez se logra al universalizar la Fiscalidad, cosa que los capitalistas han saboteado exitosamente hasta ahora. Como se verifica cada día en el accionar de los ricos de Rep. Dominicana
Si hay algo que los grupos de poder han dejado bien claro a lo largo de la historia nacional, es que no están dispuesto a acatar las leyes, no están dispuestos a pagar impuestos y no consideran al Estado por encima de ellos, lo cual hacen extensivo a los funcionarios a quienes juzgan como sus empleados. Las artimañas de todo tipo puestas en práctica para evadir las leyes, especialmente la fiscalidad, queda de manifiesto al comprobarse que aún no hay pagos por cuantía de riquezas y como demuestran los dueños de bancas de apuestas, enquistados en el Congreso, harán lo indecible para no pagar, pues para eso tienen el poder que les da el dinero y pueden hacer y deshacer a su antojo. Aunque parezca llover sobre mojado se verifica una contradicción insalvable entre los sectores de poder y los intereses de pueblo trabajador.
El desencuentro entre Estado y Sociedad civil es un lastre que bloquea los intereses nacionales y para superar tal fenómeno habrá que decidir entre oligarquía y el colectivo nacional.