Oscar López Reyes
En la brasa de la populista, intransigente y engañosa brega por la igualdad hombre/mujer y la diversidad carnal, la Real Academia Española (RAE) se crece con la desautorización oficial del “lenguaje inclusivo” (uso de la “e”, el “@” y la “x”), con idéntica vehemencia que gramáticos, filólogos, lingüistas, lexicólogos, filósofos del lenguaje, dialectólogos, etnólogos, críticos literarios, traductores literarios, maestros y escritores reputados. Esa aturdida intromisión le predice un futuro incierto, que se acentúa con su prohibición -por experiencias frustrantes- por las supremas autoridades educativas de Francia, Argentina y Uruguay.
La construcción artificial de nuevos lastres idiomáticos sexualizados -todes, todxs, elles, les amigues, alumnes, alumnxs “yo, vos, elle, nosotres”, bienvenid@ compañeres, portavoza, etc.-, inhalada por la ideología del feminismo ortodoxo y los Elegebeteistas o del “tercer género”, se precipita contra la unidad tanto de la lengua materna como del núcleo familiar. Detrás, organismos internacionales injerencistas menoscaban con esa agenda, presuntamente para visibilizar a la mujer y reconocer la unión de personas de igual estirpe erótico.
Para no ser un “obsoleto” o un “derechista” en la emergente confluencia social y estar actualizado en el espectro del colectivo feminista/sexista, urge codificar y pronunciar vocablos y conceptos reivindicativos acuñados en la contemporaneidad, como casta sexual, micromachismo, neomachismo o posmachismo, cissexista, transfeminismo, transfeminicidios, trasngénero y no binario, cisgénero, transexcluyente, transgeneridad, transexualidad, invisibilización, misoginia, feminazi, interseccionalidad, androcéntrica, cosificación, sororidad, transversalidad, pacto patriarcal, machirulo, reconocimiento legal a infancias trans sin patologización, ley de cupo laboral travesti-trans, diversidad sexual, género y cuerpo, espacio separatista, discursos de odio transfóbico, violencia obstétrica, movimientos antiderechos, etc.
Investigadores del idiolecto, el sociolecto y la generalización del argot concuerdan en que las injustificadas desigualdades ni el acceso a derechos sexuales y reproductivos han sido fecundados por la lengua, sino por las estructuras socio-económicas y políticas. Por igual, subrayan que el cambio apetecido no será por variaciones gramaticales y lexicales arbitrarias, ni por la fuerza.
Los especialistas invocados también observan que el lenguaje inclusivo implicará la reestructuración lingüística de la Biblia y una multiplicidad de antiguos textos de la historia y la literatura. Y se preguntan, ¿cuál sería la categoría del Altísimo, porque “hasta ahora Dios es masculino” (1).
¡Ah! Los ensayos escolares apuntan a que, por su complejidad, el propuesto lenguaje inclusivo deriva en una exclusión, en vista de que confrontan dificultades las personas no videntes, con dislexia y niños y adolescentes con trastornos de aprendizaje y discapacidades.
Al margen de la creación y distribución de manuales para evitar expresiones excluyentes o discriminatorias, el eventual predominio del lenguaje sexista está a miles de años de luz y más concretamente se vislumbra su desaparición, por el razonamiento lógico, y no por el populismo bullanguero en la torta del fanatismo, que coacciona e implementa campañas de descréditos en contra de los que se contraponen a sus postulados.
Asentemos las consideraciones de profesionales del lenguaje sobre el léxico, la morfología y la sintaxis alrededor del sexismo, y la imprescindibilidad de la supervivencia del idioma español:
DISCERNIMIENTO 1. María José Rincón, doctora en filología, lexicógrafa y miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua: “Como mujer y como lingüista lamento que invirtamos nuestro tiempo en decorar el tejado cuando los pilares son los que se tambalean, un ejemplo más de nuestras prioridades extraviadas. La lengua es el medio de expresión de una sociedad sexista, que expresa contenidos sexistas; pero el sexismo no está en la lengua, del mismo modo que la fiebre no está en la sábana. No me siento discriminada, ni poco visible, ni excluida, cuando se habla de los académicos, de los docentes, de los padres de alumnos, de los trabajadores. Tampoco excluyo a mis amigas cuando hablo de los jefes. Me disgusta que pretendan obligarme a sentirme discriminada o discriminadora; me incomoda que me obliguen a ver en el uso del masculino genérico un uso discriminatorio que no he sentido nunca. Y no soy la única” (2).
CONVENCIMIENTO 2. Carme Junyent Figueras (España 1955), antropóloga lingüística, feminista, profesora de Filología de la Universidad de Barcelona, y editara del libro (participan 70 autoras) “Somos mujeres, somos lingüistas, somos muchas y decimos basta)”, un razonamiento contra las letras y la oralidad no sexista, que aborrece las fórmulas “señores y señoras”, “ellos y ellas”, “niños y niñas” y apuesta por el masculino plural como genérico que incluye el femenino: “…Todo esto del lenguaje inclusivo es una imposición desde arriba… Y que quien quiera hablar y escribir así que lo haga, pero que a los demás nos dejen en paz. Muchas veces ese lenguaje ridiculiza la lucha de las mujeres. Y obstaculiza el mensaje, porque acabamos hablando de cómo se dicen las cosas en vez de qué se dice. Soy feminista porque no puedo ser otra cosa, pero no he hecho este libro por ser feminista, sino por ser lingüista. Y sé que ese lenguaje no solo no aporta nada, sino que lo complica todo…estamos perdiendo tiempo y recursos en algo que no sirve para nada…” (3).
PLANTEAMIENTO 3. Camelia Michel Díaz (Moca-1958), periodista, escritora y miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua: Repetimos que preocupa porque intenta por la fuerza promover el empleo de fórmulas inadecuadas en el manejo de uno de los accidentes gramaticales que afectan a los sustantivos, adjetivos, pronombres y artículos: el género…Los planteamientos formulados por quienes promueven el uso del “lenguaje no sexista” tienden a lesionar el uso correcto del castellano, en aras de dar protagonismo a la mujer, en el supuesto de que el idioma español y sus usuarios la ocultan. Entonces, “visibilizar” a las féminas es un objetivo que se intenta alcanzar a cualquier precio, así se termine por romper estructuras morfosintácticas y pautas lingüísticas diversas que soportan el andamiaje de nuestro idioma. En muchas ocasiones el uso del lenguaje “inclusivo” denota una gran ignorancia del hablante, una escasa conciencia del lenguaje (4).
POSTURA 4. Francisco Ruiz Noguera, doctor en filología hispánica y catedrático de lingüística de la Universidad de Málaga, España: Es difícil demostrar que la lengua es una superestructura; hasta Stalin, que no era mal lingüista, debió reconocerlo así. Pero esta visión, deformada e ignorante, de las cosas es la que inspira nuestro folleto rosa y otros planteamientos similares. De hecho, la destrucción del plural masculino ha saltado ya al discurso político, donde se nos machaca una y otra vez hablándonos de las «ciudadanas y ciudadanos» de este país, con lo cual la famosa convocatoria de La Marsellesa («A las armas, ciudadanos») se convierte en una apelación machista… Dentro de poco a nadie se le preguntará cuántos hijos tiene, sino cuántos hijos e hijas, y eso, tal como está la tasa de natalidad, no deja de ser pintoresco… El machismo en el comportamiento de nuestros adolescentes en los centros de enseñanza, ha aumentado y se ha traducido en conductas agresivas contra la disciplina y el orden sensato, no cuartelero… El sexismo no está en las palabras, sino en el comportamiento de las personas” (5).
PUNTO DE VISTA 5. Juan Gil Fernández (Madrid, 1939), catedrático de Filología Latina de las universidades de Sevilla (1971-2006) y Complutense de Madrid, así como visecretario de la junta de Gobierno de la RAE. Respecto de la moda del desdoblamiento de género: creo que todo eso no va a ninguna parte, porque supondría crear una nueva lengua. Fíjese, además, que ni siquiera lo respetan ellos, que lo defienden, cuando hacen un discurso. No, no. En el español, hay un desdoblamiento de cortesía, como cuando se empieza una conferencia y se dice señoras y señores, y luego está eso otro que no prosperará socialmente porque el habla tiende siempre a la economía del lenguaje y el desdoblamiento de género, como lo llaman, va en sentido contrario, además de dificultar el entendimiento. En cuanto a ese nuevo género, niñes, también es imposible porque tendría que adaptarse progresivamente a las nuevas identidades sexuales que van surgiendo, con lo que sería interminable… La Real Academia de la Lengua ya emitió un informe hace años, que era muy claro en este sentido, y que se aprobó por unanimidad (6).
JUICIO 6. Bruno Rosario Candelier (Moca-1941), filólogo, catedrático de Lengua Española de la PUCMM y presidente de la Academia Dominicana de la Lengua: “El uso del doble género no hace pro feminista a quien lo emplea, ni su aplicación conlleva una valoración de la mujer, sino un atropello a la gramática….Si la pauta gramatical establece que el masculino es el género no marcado, es innecesario, redundante, improcedente, antiestético y mal fundado usar el doble género ya que la alusión a los dos sexos es fonéticamente chocante, estéticamente engorroso, semánticamente reiterativo y casi siempre violatorio de la pauta gramatical…La exaltación de discutibles avances epocales, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, el supuesto ‘orgullo’ de la pajarería, la justificación del aborto, el cuestionamiento de los valores cristianos y el lenguaje del doble género, etc., forman parte de una presunta modernidad que promueven quienes pretenden desarticular el fundamento de una cultura establecida sobre valores morales y espirituales en los que nuestros mayores fundaron sus vidas, su conducta y sus ideales” (7).
Por las constatadas barreras gramaticales y fonéticas, el lenguaje inclusivo ha comenzado a ser desmontado por autoridades educativas de distintos países, bajando el dedo pulgar a los que no acaban de entender que, definitivamente, tenemos que “respetar las normativas del idioma español y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.
En esa ristra, en mayo de 2021, el Ministerio de Educación Nacional de Francia prohibió el uso en clase de la escritura inclusiva, porque “constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura”.
También en esa estría, el 20 de enero de 2022, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de Uruguay dispuso que su utilización en la educación pública “deberá ajustarse a las reglas del idioma español”
Girando en ese mismo carril, el 9 de junio de 2022, el Consejo Nacional de Educación de Argentina proscribió el lenguaje inclusivo en las escuelas públicas como privadas, bajo la afirmación de que “complejiza la lengua tanto como su enseñanza” y que “no contribuye a señalar la igualdad de los sexos sino que, por el contrario, sugiere la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos”.
Aguardando otro desgarrón. En Chile, el 27 de mayo de 2022 fue presentado un proyecto congresual para vedar ese lenguaje, a fin de preservar la gramática y la pureza del idioma.
¡Ya basta del absurdo…!
Los sexogeneristas entran en aposta del lenguaje inclusivo, pero ignorando la ciencia lingüística. Se recuestan únicamente en la ideología socio-política, un aspecto externo de la lengua. Así dispensan una contribución para el ocultamiento de la ignorancia del lenguaje en las corrientes hormonales de mentalidades que buscan nuevos significados, sin conocer a los que están bien definidos.
Sería funesto consentir que estos grupos minoritarios y extremistas de la A hasta la Z impongan sus criterios en forma caprichosa, sin ningún sustento científico. Esa inacción tiende a implantar el caos total en las mentes de los dominicanos, en un contexto de pasividad societaria que arrastra como manada a las masas, sin conciencia de la existencia de un matadero encubierto al que la conducen estamentos neocoloniales foráneos.
Citas bibliográficas:
1.-https://academia.org.do/2018/11/28/coloquio-sobre-el-lenguaje-del-doble-genero/Manuel Núñez.
2.- Rincón, María José, “Sexismo lingüístico y doble género. La plaga del lenguaje contemporáneo”, Academia Dominicana de la Lengua, Editora Corripio, Santo Domingo, Rep. Dom., 2012, pág. 35.
3.- https://elpais.com › Sociedad. Madrid, España, 2022.
4.- https://academia.org.do/2018/11/28/coloquio-sobre-el-lenguaje-del-doble-genero/
5.- https://www.diariosur.es › malaga › ruiz-noguera-sexis
6.- https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-08-15/entrevista-juan-gil-rae-nebrija-gramatica_3475368/
7.-https://academia.org.do/2018/12/04/el-lenguaje-del-doble-genero/