Cuando inició el gobierno, que este martes cumple dos años, el presidente Luis Abinader, prometió entregar a la Región Enriquillo el Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande, un complejo hídrico que está bajo rectoría del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).
Las últimas administraciones del Estado dominicano hicieron la misma promesa: entregar a Monte Grande, un proyecto que anhela el Suroeste hace más de 50 años, pero la irresponsabilidad y ausencia de voluntad política impiden se cristalice este sueño de décadas de una de la zona que históricamente ha sido de las más olvidadas del país.
Cuando se cumplen estos dos años del gobierno de Abinader, aunque hay avances reales, nuevamente los que habitan esta zona de República Dominicana no contarán con la anhelada presa.
Hay información que pudieran levantar el ánimo colectivo, por ejemplo, el INDRHI habla del activo ritmo de los trabajos en sus diferentes componentes, aun así, hay muchos conflictos de tipo social que preocupan. Comunitarios sienten que el gobierno no habla con franqueza, un elemento que debe resolver para evitar se entorpezca el ritmo de trabajo en la presa.
El gobierno comunicó que el presidente entregará una parte del proyecto, pero Monte Grande es un todo para poder funcionar, con sobrada razón actores sociales, profesionales y campesinos, tienen sus temores en qué sucederá con el “metro del Suroeste”.