La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alertó a países de América Latina y el Caribe a que tomen medidas preventivas ante la detección de Peste Porcina Africana (PPA), en República Dominicana.
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Los países de las Américas deben ponerse en alerta ante la reciente detección de la peste porcina africana en República Dominicana.@FAOnews @faodominicanaLeer nota completa⬇https://t.co/qaHOLeTxwG pic.twitter.com/UcExr2AZkw
— FAO Américas (@FAOAmericas) August 2, 2021
En un comunicado emitido desde su sede regional, en Santiago de Chile, el organismo señaló que «existe un gran riesgo de que la enfermedad se disemine progresivamente al resto de América Latina y el Caribe» y llamó a los países a «activar y revisar rápidamente sus planes de contingencia o respuesta de emergencia» a la enfermedad animal.
Además, aconseja a refozar los controles fronterizos, a aumentar el control de objetos personales de los viajeros que regresan de la República Dominicana, reforzar medidas de bioseguridad en las explotaciones porcinas, aumente la vigilancia, específicamente notificar y probar a porcinos enfermos o muertos, incluso ferales y libres.
La refirió la FAO refirió que los casos de peste porcina detectados en República Dominicana son los primeros confirmados en el hemisferio occidental desde de la década de 1980.
Ha sido detectada la PPA en 11 de las 32 provincias de la República Dominicana, según los resultados de 387 muestras enviadas a examinar a Estados Unidos.
«Con su alta tasa de mortalidad animal, la diseminación progresiva y la persistencia endémica de la peste porcina africana podría afectar seriamente la producción porcina y, también, el comercio nacional e internacional de sus productos», señala el documento.
La FAO, no obstante, aclaró que la peste porcina africana no representa ningún riesgo a la salud humana, ni por contacto directo con animales infectados, ni por medio del consumo de algún producto de origen porcino.
La enfermedad se encuentra en todos los continentes y afecta a más de 50 países, «perjudicando su seguridad alimentaria, los medios de subsistencia que dependen de la cadena de valor de la porcicultura, y la biodiversidad, ya que la enfermedad impactó sobre la fauna silvestre», concluye el texto.