Pablo Vicente
El presidente Luis Abinader encabezó este miércoles la firma de un acuerdo de cooperación interinstitucional para eficientizar el Registro Civil de Nacimiento tardío y oportuno y mejorar la cobertura de la población adulta en las diferentes circunscripciones del país.
Este acuerdo titulado “Marco de Cooperación Interinstitucional para el Registro Oportuno y Tardío de Nacimientos en la República Dominicana”, es una interesante iniciativa en la que participan además del Gobierno, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Junta Central Electoral (JCE), y la cual tiene como propósito brindar mayor cobertura en el registro civil a niños, niñas y adolescentes, así como a las personas mayores.
No me cabe la menor de la duda y me llena de regocijo debido a la importancia capital que reviste dicho acuerdo, ya que permite mayor coordinación y esfuerzo, para nadie es un secreto que dentro de los diversos problemas que ha afectado tradicionalmente al Registro Civil dominicano está la gran cantidad de personas cuyo nacimiento no ha sido declarado, es decir de personas que viven pero que no existen para el Estado.
Se trata de miles de dominicanos y dominicanas que no tienen identidad y que, por ello, no pueden ejercen una gran variedad de derechos civiles y políticos, no tienen acceso pleno a la salud, así como a la educación, ni son beneficiarios de los diferentes programas sociales que se implementa desde el Estado.
El momento es propicio para sellar definitivamente todas aquellas lagunas que han venido perpetuándose desde el momento mismo en que se constituyera formalmente el Registro Civil Dominicano en nuestro país en el año 1944, con la promulgación de la Ley 659-44 sobre Actos del Estado Civil, y sus posteriores modificaciones, leyes y resoluciones complementarias.
Es urgente una reforma integral de la Ley 659-44 de Registro Civil que permita a la ciudadanía obtener una identidad de manera oportuna ya que de esa manera se reivindica el derecho a la identidad consagrado en los Convenios Internacionales para la protección de los niños, niñas y adolescentes; debemos de tener claro que el registro de la persona es la puerta de acceso a otros a derechos.
Es necesario que dicha iniciativa impulsada por la primera dama pueda contar con el respaldo de toda la sociedad ya que la solución al tema del subregistro nacimiento tiene que darse desde una perspectiva integral en la que instituciones del gobierno, organismos internacionales y organizaciones de la Sociedad Civil articulen con la Junta Central Electoral, y quién sabe si en poco tiempo podemos declarar a la República Dominicana un país libre de subregistro de nacimiento, con la unión de todos los actores estoy convencido de que es posible.
*El autor es dominicano, abogado, presidente de FUJUDEL
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