Santo Domingo.- El presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), tienen la oportunidad de esgrimirse como el primer gobierno «progresista» después del que encabezó el profesor Bosch en 1963, a juicio de la politóloga Silvia Soto.
Soto, afirma que el mandatario y su partido tienen la «gran» oportunidad de impulsar una visión progresista en su gestión, «dando un paso hacia el reconocimiento de los derechos humanos de la mujer».
Precisó que a pesar de las fuertes presiones de sectores opuestos al aborto en condiciones especiales, el presidente y su partido cuentan con la ventaja de que, según estudios, el 79% de la población está de acuerdo en que se haga cuando está en peligro la vida de la mujer, el 76% apoya por malformaciones del feto incompatibles con la vida y el 67 % cuando es fruto de violación o incesto y pederastia.
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se pronunció y, a su vez, determinó, que la prohibición y penalizar el aborto «violan los derechos humanos; son discriminatorias y someten a la mujer a un trato cruel, inhumano y degradante».
«Es tiempo que República Dominicana se encauce por el camino de reconocimiento de los derechos Humanos de las minorías”, afirma la politóloga.
La también especialista en derechos humanos, afirmó que se debe pensar aquellos grupos que «tradicionalmente no han formado parte de las estructuras sociales de poder.
«Ni de los esquemas ideológicos y culturales de los grupos de poder dominantes ultraconservadores, como es el caso de las mujeres y que, el presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tienen la oportunidad de esgrimirse como el primer gobierno progresista después del que encabezó el profesor Bosch en 1963», afirmó.
Recordó que casi la totalidad de los organismos de derechos humanos en el mundo, entre ellos: la OMS, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Corte Europea de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité de la ONU contra la Tortura, han declarado en los últimos años, que la penalización del aborto cuando la vida o salud de la madre corren peligro o cuando el embarazo es producto de una violación, constituye un acto violatorio.
Los únicos
Manifestó que República Dominicana, junto a El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití, son los únicos países que mantienen restricciones completas al aborto en la región.
Recordó que en la gestión del presidente Leonel Fernández en 2009, República Dominicana aprobó una enmienda constitucional que declaró el aborto ilegal incluso, «cuando estuviera en peligro la salud de la madre.
Sostuvo que las consideraciones sobre cuándo inicia la vida, constituye el punto neurálgico del tema, debido a que los sectores «ultraconservadores», encabezados por las iglesias, alegan que desde la concepción.
«Pero, investigaciones médicas publicadas en diversas revistas científicas indican, que los fetos sólo son capaces de sentir dolor a las 29 o 30 semanas, entre 6 y 7 meses de embarazo, puesto que las estructuras cerebrales donde se reconoce un estímulo desagradable son las últimas que se forman durante la gestación», expuso.
Afirmó que se traa de un tema de «políticas públicas» y «derechos humanos», ya que el aborto en sus tres causales, implicado, según estima la Organización Mundial de la Salud, el 13% de las muertes maternas en el país son consecuencia de abortos inseguros.
No impide
Soto, politóloga y especialista en derechos humanos, consideró, que prohibir el aborto no impide que los mismos se lleven a cabo.
Reveló que de acuerdo al informe del Instituto Guttmacher, realizado en el año 2017, el 42% de las mujeres en edad reproductiva vivían en los países donde el aborto está restringido (prohibido totalmente o permitido sólo para salvar la vida o proteger la salud de la mujer).
«Lo que significa, que dichas restricciones no han evitado que las mujeres se practiquen abortos», señaló.