50 años no han sido suficientes para condenar a asesinos de Amín

Santo Domingo.- Cincuenta años no ha sido suficente tiempo para que los asesinos de Amín Abel Hasbún, hayan sido condenados por la justicia, por el crimen cometido contra el líder estudiantil de la República Dominicana.

Abel Hasbúm, fue asesinado por la policía-política Balaguerista de los temibles 12 años, el 24 de septiembre de 1970, en las escaleras de su vivienda, la número 339, ubicada en la calle Francisco Henríquez y Carvajal, del sector Villa Juana.

El dirigente del Movimiento Popular Dominicano (MPD), fue asesinado de un disparo en la nuca en pre­sencia de su esposa Mirna Santos, en ese momento em­barazada de seis meses y el hijo de ambos que tenía dos años.

A su vivienda se presentaron miembros de la Po­licía Nacional y el fiscal Tu­cídedes Martínez Howley (hermano de Orlando Mar­tínez), los cuales ingresaron a la vi­vienda del dirigente de la izquierda revolucionaria dominicana y tras detenerlo uno de los efectivos policiales lo ejecutó a quemarropa con una pistola calibre 45 de un disparo en la nuca de manera cobarde y ruin.

Se recuerda que el gobierno balaguerista, que era continuidad del neutrujillismo, perseguía a los dirigentes emepedeístas quienes integraban el comando que secuestró al agregado militar estado­unidense en el país, coro­nel Donald Crowley, para que el régimen libere un veintena de dirigentes del MPD y de otros parti­dos opositores, incluyendo al que era en ese momento líder de esa organi­zación, Maximiliano Gó­mez (El Moreno).

Presiones de Esta­dos Unidos, Balaguer nego­ció con los secuestradores, quienes estaban encabeza­dos por Amín Abel Hasbún y Otto Morales, para que li­beraran al coronel Crowley, por lo que el mandatario de­cidió liberar a los presos po­líticos para que estos pudie­ran partir al exilio.

La operación fue un éxi­to para los dirigentes del MPD, sin embargo, el go­bierno dominicano nunca perdonó esa afrenta y ver­güenza internacional que tuvo que atravesar al tener que pactar con comunis­tas para salir de una crisis en plena Guerra Fría, por lo que posteriormente la mayoría de los que partici­paron en el operativo fue­ron cazados como anima­les durante los siguientes meses.

Abel Hasbún conta­ba con tan solo 28 años al momento de su asesinato, era egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con las más altas califica­ciones en Ingeniería Civil, vinculándose desde muy joven a ideas revolucionarias y ra­dicales.

Participó en la Guerra de 1965 para reponer al presidente Juan Bosch, la cual coinciden­cialmente estalló el día de su boda con Mirna Santos, el 24 de abril de ese año

Tras su muerte, sucedie­ron muchas protestas y ma­nifestaciones de dolor debi­do al vil crimen que no tuvo consecuencias para ningu­no de los perpetradores.

Su cuerpo fue velado en la UASD ante una muche­dumbre que lo despedió con llantos y reclamos de justicia. Entre los políticos presentes durante el fune­ral estuvieron Hatuey De Camps, quien leyó el pane­gírico central y el secreta­rio general del Partido Re­volucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez.