Tomás Aquino Méndez
Ha sido recurrente en los diferentes periodos legislativos la aprobación de leyes con “distorsiones”. A veces es por falta de una lectura adecuada y otras porque, según los propios legisladores, se presentó un proyecto y se aprobó otro.
Los últimos casos expuestos al público han sido las leyes de Agua, de residuos sólidos, la de partidos políticos y la de las AFP. En la de agua, según Ginnet Bournigal, le metieron “gato por liebre” al país. La de residuos sólidos, luego de aprobar una cosa, salió otra en donde se sustituyó lo referente a las fundas plásticas y el material foam o fon.
En la ley de partidos políticos los propios actores se quejan de los cambios y distorsiones que presenta y en la ley 8-01 que crea las AFP, los más perjudicados, son los dueños del dinero: los empleados. Estos no pueden usar sus recursos, depositados mes tras mes. Si llegan a recibir una pensión es tan miserable que no alcanza para medicamentos.
Si muere, los parientes deben olvidarse de recibir un centavo porque las trabas se lo impiden. Eso nos mueve a abogar por un congreso distinto a partir del 16 de agosto.
De donde no salgan tantas leyes mostrencas. Queremos unos legisladores que LEAN, estudien, valoren y aprueben leyes que luego no escandalicen con denuncias de que fueron cambiadas al aprobarse.
Eduardo Estrella y Aflredo Pacheco, que presidirán el senado y la cámara de diputados en este primer año, deben trazar la línea para que así sea. Queremos ver un cambio real y beneficioso en nuestro Congreso Nacional, de donde no deben salir más leyes MOSTRENCAS.