La Paz.- El gobierno interino de Bolivia alertó este sábado del riesgo de «un golpe de estado» alentado desde la oposición afín al expresidente Evo Morales.
El ejecutivo boliviano advirtió, sin embargo, que actuará drásticamente contra quienes violenten el orden legal vigente, según dijo el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.
«Sabemos que estamos frente a un golpe de Estado por la vía (de la) asamblea legislativa y movimientos subterráneos narcoterroristas. No lo vamos a permitir, que les quede claro», dijo Murillo en rueda de prensa.
Detalló que se recibieron amenazas sobre intervenciones en empresas estratégicas y recordó un reciente derribo de antenas de telecomunicaciones en el Chapare, la región donde Morales lidera a los productores de coca.
Que no digan
A ello se suman acciones de desobediencia contra la cuarentena sanitaria, así como marchas y cortes de rutas, señaló.
El ministro dijo que recibió de parte de autoridades de la Gobernación de Cochabamba, dominada por la oposición, un ultimátum para que las fuerzas militares abandonen las instalaciones de una represa de agua resguardadas en previsión de un atentado.
«Si tocan un solo soldado, o a un solo policía nuestro, después que no se quejen de las consecuencias», aseveró Murillo, agregando que «después no digan que esto es persecución política».
Murillo asegura que tras estos actos está el Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Morales, aunque sin aportar pruebas.
«Aquí claramente se está gestando un golpe de Estado», remarcó el ministro, tras explicar que los aprestos subversivos se originan en la Asamblea Legislativa, controlada por el MAS, que bloqueó recientemente la aprobación de un crédito por 320 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional para atender la pandemia, debido a falta de documentación.