Ha de suponerse que los ciudadanos-as elegimos aquellas cosas que nos convienen. Como sujetos activos y arquitectos de nuestras decisiones reflexionemos acerca de qué hacemos como personas que tenemos unos derechos, pero, también, deberes que cumplir. Las decisiones que tomamos, evidentemente, van a permitir que República Dominicana retome su ritmo cotidiano, interrumpido por el nuevo coronavirus.
Como ciudadanos-as dominicanos-as debemos entender que no debemos repetir en ningún lugar del territorio nacional acciones como las ocurridas en Puerto Plata, por cuya irresponsabilidad ha provocado la intervención de las autoridades con medidas drásticas: mayor control a la libre movilización social, de por sí afectada por la pandemia.
Si pensáramos en nuestras familias, en la dinámica económica, en la parálisis en todas las actividades, en las personas que han fallecido, en los que están afectados, ingresados en hospitales o en sus casas, debemos hacer caso a las recomendaciones permaneciendo en nuestros domicilios y no salir de ellos si no es por una causa de fuerza mayor.
Hemos observado como la ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia que se propagó rápidamente por el mundo con afectaciones muy puntuales en naciones desarrolladas, cuyos sistemas sanitarios y que se creían “infalibles”, literalmente hoy están colapsados, ya no tiene personas hospitalizadas y hay un control absoluto de la enfermedad.
¡Podemos!. Claro que ¡podemos!. Como dominicanos-as podemos conseguir la hazaña china, pero va a depender mucho de cuán hábiles seamos para como arquitectos de nuestras propias decisiones adoptar el diseño que en este momento necesita en términos macros República Domincana.
Ha sido señalado globalmente la única forma de contrarrestar el virus: distanciamiento físico y limitar nuestras actividades sociales y para ello resulta muy necesario mucha disciplina, mucha capacidad de resiliencia social para poder vencer a la COVID-19.
Dios nos lleve por el verdadero cambio, porque la verdad no creo que estas acciones nos conduzcan a él. Ve a tu casa, pueblo mío,! Y pon cerrojo a tus puertas! Escondete por un breve tiempo, hasta que haya pasado el enojo del señor. Barahona! A protegernos del CoronaVirus, es la peor prueba que hemos tenido, la batalla se gana en cuarentena. Dios nos bendiga siempre. Chevalier Sterling Candidato a Diputado por Barahona PNVC.