China inició dos ensayos clínicos con dos vacunas inactivadas, es decir, consisten en microorganismos que se han matado a través de procesos físicos o químicos.
La primera de las candidatas, que obtuvo la licencia para proceder a ensayos clínicos el pasado domingo, ha sido desarrollada por el Instituto de Virología de Wuhan (la ciudad centro-oriental china donde se detectaron los primeros casos de la enfermedad) de manera conjunta con la sucursal en esa misma urbe de la empresa Sinopharm.
La segunda es el resultado del trabajo conjunto de varias empresas, con Sinovac Research & Development a la cabeza. Esta empresa es una subsidiaria de Sinovac Biotech, que trabajó también en una vacuna contra el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, en su acrónimo inglés) en 2003.
Según la publicación económica especializada Caixin, el proyecto de Sinopharm -que cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China- probará la vacuna en 1,396 voluntarios reclutados en la provincia de Henan (en el centro-este del país asiático) en sus dos primeras fases, que se prevé duren hasta el 10 de noviembre de 2021.