Desestabilizada por varios escándalos sobre vínculos de algunos de sus miembros con la extrema derecha, la unidad militar de élite alemana, será parcialmente disuelta, anunció el martes la ministra de Defensa.
Las fuerzas especiales (KSK) «se declararon parcialmente autónomos» respecto al resto del ejército «en particular a causa de una cultura tóxica de algunos de sus jefes y, en consecuencia, «no puede continuar bajo su forma actual», afirmó la ministra Annegret Kramp-Karrenbauer al diario Süddeutsche Zeitung.
De forma inmediata, la segunda compañía de las fuerzas especiales alemanas, donde han sido detectados los derrapes políticos más importantes, será disuelta sin ser reemplazada.
La KSK solo conservará por lo tanto tres compañías. A la espera de una profunda renovación, la unidad de élite no participará en ejercicios ni misiones internacionales.
La desaparición de 48.000 cartuchos y 62 kilos de explosivos fue calificado de «preocupante» y «alarmante» por parte de la ministra. El ejército ha abierto una investigación sobre ese reciente hallazgo, que podría deberse a un error interno, explicó. Además, varios miembros de las KSK han sido identificados como cercanos a círculos ultranacionalistas.
«El muro de silencio se está rompiendo», aseguró la ministra de Defensa. En octubre volverá a revisarse la situación interna de las compañías restantes de la unidad. Si los miembros de KSK «no escucharon esa primera salva de aviso, entonces abordaremos una reorganización» más amplia, advirtió Annegret Kramp-Karrenbauer.