Las autoridades alemanas condenaron este lunes las escenas de violencia vividos en el fin de semana en la ciudad de Stuttgart, donde cientos de personas atacaron tiendas, automóviles y a las fuerzas de seguridad tras la realización de inspecciones en busca de drogas.
La Policía informó de la detención de 25 personas por los desmanes del sábado en la noche, y aseguró que 19 agentes resultaron heridos en los enfrentamientos.
El ministro del Interior alemán, el socialcristiano Horst Seehofer, exigió duras penas para los responsables de la jornada de caos.
«Se trata también de la credibilidad que tiene nuestro estado de derecho”, dijo el dirigente, quien calificó lo sucedido como «una señal de alarma” en el país europeo.
Por su parte, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, aseguró que es necesario «oponerse decididamente a quien ataca a los policías, quien los trata con desprecio o dice que deberían ser eliminados”.
Agregó que los responsables serán «perseguidos y castigados con todo el peso de la ley».
En tanto, el ministro presidente de Baden-Württemberg, estado federado donde se encuentra Stuttgart, Winfred Kretschmann (Los Verdes), acusó a los violentistas de haber dado paso a la destrucción de la paz y a una «orgía de violencia”.
Entre los detenidos hay un joven de 16 años, acusado este lunes de intento de homicidio por haber golpeado deliberadamente la cabeza de una persona que yacía en el piso.