Conforme a lo expresado por el presidente Luis Abinader, la República Dominicana no aceptaría, bajo ninguna circunstancias, a ninún extranjero en su territorio deportado que sean deportados desde los Estados Unidos.
“El lugar más lejos que nosotros vamos a aceptar retener, que vengan gente es de Pedernales”. Así respondió el presidente Abinader a una pregunta de si el país está abierto a recibir inmigrantes de otras naciones deportados por los Estados Unidos.
Al hablar en LA Semanal sobre esta posibilidad, como estaría negociando el Gobierno de El Salvador, dijo que el país no lo aceptará ni tiene la obligación de recibirlos.
“Nosotros ni tenemos obligación ni aceptaremos recibir personas de otros países, solo a los dominicanos que tenemos el deber y el derecho de hacerlo”, dijo el mandatario.
Expresó que la mayoría de dominicanos que se encuentra en Estados Unidos está con un estatus migratorio legal, aunque no da cifras sobre su afirmación.
Informó que en el único lugar que los cónsules dominicanos han tenido que acudir en “ayuda” de los criollos que pueden ser repatriados ha sido en Puerto Rico, “después no hemos tenido reportes en otros consulados que hayan ido a buscar ayuda, pero sí para eso están nuestro servicio diplomático para ayudar a los dominicanos en ese sentido”.
De acuerdo a varias publicaciones del periódico puertoriqueño El Nuevo Día, al menos 11 dominicanos acudieron a la embajada de República Dominicana en esa isla para facilitar su repatriación al país.
Reportes dan cuenta, además, que las escuelas de San Juan, donde existe un número alto de niños yniñas de origen dominicano, han presentado un ausentismo de un 60 % y un 70% luego de que se anunciaran las interdicciones y repatriaciones a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE en inglés).
En Puerto Rico la comunidad dominicana ha manifestado su temor por el cumplimiento de esta medida migratoria anunciada por el presidente Donald Trump.