Tomás Aquino Méndez
Durante varios años se han desarrollado los denominados operativos preventivos. El motivo, la justificación, según quienes los han dirigido, han sido “preservar” la vida de los dominicanos que se desplazan en días festivos a distintas regiones y pueblos del país.
Loable iniciativa. Se invierten millonarios por el Día de La Altagracia, por las navidades, por el Año Nuevo, por la Semana Santa. Y en algunos fines de semana LARGOS, aunque no en la misma dimensión, también se organizan algunos operativos.
Cada año aumenta el número de voluntarios, la cantidad de puestos de socorro, de ambulancias y de recursos. Pero también aumentan la cantidad de accidentes, víctimas, heridos y fallecidos.
Se supone que el objetivo es reducir las tragedias, sin embargo, estas se elevan cada año. El balance del 2024, según el COE fue de 42 fallecidos, 262 personas afectadas y 168 accidentes, más de 100 involucran motocicletas.
En el 2023 fueron 38 los fallecidos ¿Por qué si este año se elevó a 47 mil el número de voluntarios protegiendo al ciudadano, fue mayor la cantidad de víctimas y accidentes? Algo falla cada año.
Se invierte más dinero, se lanza más personal a las calles, se instalan más puestos de socorro y los fallecidos siguen aumentando. Es evidente la continuación de las mismas tragedias cada año.
Así no se pueden obtener resultados distintos. Me atrevo a proponer la eliminación de los “operativos” y en cambio, usar parte de esos recursos en campañas AMPLIAS de orientación y educación al ciudadano.
Que se usen los medios escritos, los canales de televisión, las redes y las estaciones de radio para crear conciencia sobre el respeto a la vida, a las leyes, al tránsito y sobre todo EDUCAR hacia la solidaridad. Una campaña que llegue a cada rincón de la patria.
Esos “operativos”, hasta ahora, han sido improductivos y ahí están los resultados. No entiendo por qué algunos funcionarios los catalogan de exitosos cuando sus resultados son peores cada año. El esfuerzo se valora.
Se aplaude esa labor de los voluntarios que sacrifican sus hogares y sus familias, pero los resultados hasta HOY evidencian la inefectividad de esas acciones. Es imperativo revisar esos operativos y buscar nuevas fórmulas. Los resultados así lo mandan.