Para sumarse a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de Haití (MSS), otros 300 policías de Kenia, llegaron este sábado a Puerto Príncipe, Haití.
Los efectivos policiales tienen como objetivo reforzar a la Policía Nacional Haitiana (PNH), para combatir a las bandas armadas, las cuales tienen años sembrando el caos en el país caribeño.
Los uniformados kenianos fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture por el consejero presidencial, Fritz Alphonse Jean; el nuevo secretario de Estado de Seguridad Pública, Mario Andrésol; el director general de la Policía Nacional Haitiana (PNH), Normil Rameau, y los embajadores de Estados Unidos y Canadá acreditados en el país.
El grupo se suma a los 400 kenianos ya desplegados, quienes fueron los primeros en llegar a Haití y están al frente de la MSS.
Al final del cursante mes se espera llegue otro contingente de 200 policías kenianos. Los miembros del MSS que operan en Haití suman ahora 700 del país africano, 150 guatemaltecos, 8 salvadoreños, 6 bahameños, 24 jamaicanos y 2 beliceños.
A 7 meses del comienzo del despliegue en el terreno, son pocos los progresos logrados en cuanto a la seguridad en Haití en general, particularmente en Puerto Príncipe, donde las bandas controlan alrededor del 85 % de su territorio.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), emitió un comunicado en el que establece que el número de menores desplazados internos en Haití a causa de la violencia ha aumentado un 48 % desde septiembre pasado hasta superar el medio millón, aproximadamente uno de cada 8 niños y niuñas en esta situación.
Según la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, «es un momento horrible para ser niño en Haití, donde la violencia trastoca vidas y obliga a más niños y familias a abandonar sus hogares».
De acuerdo con los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de desplazados en Haití se ha triplicado en solo un año y ha superado el millón de personas, de las que más de la mitad son menores que, subraya Unicef, necesitan asistencia humanitaria urgente.