Un alto funcionario de Hezbolá eludió un intento de asesinato en una serie de ataques israelíes el jueves 10 de octubre en Beirut, informó la agencia Reuters citando fuentes de seguridad.
Los bombardeos en la capital libanesa causaron, sin embargo, al menos 22 muertos y más de 100 heridos. Entre tanto, crece la polémica tras la denuncia de la ONU de una arremetida israelí contra uno de los cuarteles de sus fuerzas de paz en el sur de Líbano, que dejó dos cascos azules heridos.
Wafiq Safa, quien dirige la unidad de enlace y coordinación de Hezbolá responsable de trabajar con las agencias de seguridad libanesas, fue el objetivo de un ataque de Israel este jueves por la noche en Beirut, pero sobrevivió, aseguraron fuentes de seguridad a agencias de prensa internacionales.
Previamente, una fuente de seguridad libanesa indicó a Reuters que los ataques aéreos israelíes en el centro de Beirut tuvieron como objetivo al menos a un alto funcionario de Hezbolá, grupo chiíta libanés respaldado por Irán.
Los ataques israelíes alcanzaron un barrio residencial densamente poblado de edificios de apartamentos y pequeñas tiendas en el corazón de Beirut. Israel no había atacado anteriormente esa zona, que está alejada de los suburbios del sur de Beirut, donde las sedes de Hezbolá han sido bombardeadas repetidamente.