El alcalde del municipio Cabral, Rolbik Urbáez, trató de explicar el por qué «botó» a la contralora del Ayuntamiento, la señora Raysa Espinosa, bajo el argumento que no acudía a sus labores desde que anunció su renuncia en redes sociales a principios del pasado agosto.
En el programa «Acción Mañanera» dijo que a su llegada a la Alcaldía ha enfrentado situaciones difíciles con la contralora Espinosa.
«Hemos realizado cinco reuniones con el Concejo de Regidores para tratar la situación, producto de un cúmulo de trabajos atrasados que ella no ha querido asumir», expresó el alcalde para justificar su despido.
Cuestionado por uno de los periodistas sobre si la contralora recibiría su salario este mes, Urbáez afirmó que Espinosa abandonó el cargo y que lleva más de 45 días sin asistir a trabajar.
También, señaló que la Contraloría presenta trabajos acumulados desde la gestión anterior, ya que Espinosa se ha negado a cumplir con sus responsabilidades, y desde el 24 de abril de este año no ha firmado los documentos correspondientes.
Junto al tesorero de la Alcaldía Eliezer Olivero, acusado por Espinosa de cometer irregularidades, este dejó claro su descontento con la situación y acusó a la contralora de no haber firmado un comprobante de cheque durante la gestión del doctor Urbáez.
«Ella es la coordinadora administrativa del Distrito Escolar 01-04 de Cabral y no tiene tiempo para su trabajo en la Alcaldía. De hecho, un informe que debía entregar a Contraloría tuve que llevárselo a su casa a firmara y lo que me encontré fue un ‘baby shower'», relató Olivero.
En tanto Urbáez, mencionó que propuso, con el aval del Consejo de Regidores, sobre la contratación de un contable autorizado para realizar las funciones que Espinosa ha dejado de cumplir.
Abogados consultados señalan que el alcalde no tiene facultad para contratar a nadie para realizar el trabajo de la Contraloría. Según la ley, solo el Concejo de Regidores tiene la potestad para contratar personal, y esa facultad no puede ser delegada al alcalde.