Tomás Aquino Méndez
“Yo si tengo mala suerte”. Esa expresión, popularizada por la fenecida gloria del humor dominicano, Luisito Martí, es aplicable a nuestra región suroeste. Toda una vida reclamando y encontrando poca respuesta en los gobernantes.
Mala suerte con los funcionarios que ha PARIDO la región, aunque han alcanzado, desde la presidencia de la República, importantes ministerios hasta el Congreso Nacional.
Esos personajes poco han hecho para impulsar el anhelado desarrollo de la región. Las obras importantes de la región, han llegado a cuenta gotas. Joaquín Balaguer con la carretera denominada “la vuelta al lago” y las presas Sabaneta y Sabana Yegua, hizo un aporte importante. Antonio Guzmán con los trabajos en los denominados “Cuatro Vientos y el Número” mejoró el acceso a la región por carretera.
Leonel Fernández, con el inicio del proyecto Monte Grande puso el dedo en un anhelo de los suroestanos. Una obra clave para el desarrollo porque insertaría a la producción más de 700 mil tareas, daría agua a los acueductos y generaría energía. Obra para la región que aún no termina.
Luis Abinader, con el plan de desarrollo de Pedernales inició un sueño de toda una vida. Es un proyecto en proceso. Como complemento, en octubre del 2022, el gobierno anunció que el icónico hotel Guarocuya seria convertido en un Centro Tecnológico Hotel Escuela Turística.
Casi dos años después, esta sigue siendo “una promesa”. La estructura del hotel se deteriora sin que se aproveche como hotel de siempre o se convierta en el hotel-escuela ¿Qué ha pasado? Es la pregunta que estas Expresiones espera que respondan las autoridades.
Se dijo que la escuela hotel Guarocuya serviría para formar “21,000 recursos humanos” que estarían al servicio de la industria de la hospitalidad y el turismo.
Se formarían en Cocina, Pastelería, Bar y Restaurante, Servicios de Habitación y Alojamiento, Animación Hotelera, Guías turísticos y Ecoturismo, Mantenimiento de Edificaciones Hoteleras, Idiomas.
Nos llenamos de ilusiones con esos anuncios hace casino 2 años. Ahora, otra vez, se renovó ese compromiso. Seguimos esperando que el anuncio del 2022 sobre el Hotel-Escuela Guarocuya, no se quede como otra promesa incumplida.