«Las calles nuetras parecen guallos y no cualquier guallo», con ese lenguaje sencillo, no rebuscado, pero con una descripción fotográfica de cómo están las vías de acceso del barrio Casandra, del municipio Barahona, narra una señora residente en este sector del municipio sureño.
La mujer, señala que ellos tenían sus calles en condiciones, las cuales asfaltó la pasada administración de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero las calles se abrieron zanjas para colocar las tuberías que conducirían agua potable a las viviendas.
Sostienen llevan «meses» con sus calles inservibles luego de que el Inapa abriera zanjas para las tuberías, pero no hay forma de que las autoridades competentes, como es Obras Públicas o la misma entidad que rompió las vías para arreglarlas y ponerlas en condiciones de volver a caminar en ellas sin dificulatades.
Doña Teonilda Féliz y una persona de nombre Julio, hablando a nombre de los demás moradores de la comunidad, dicen que las calles en esas condiciones no solo provocan situaciones a la movilidad, sino que, además, constituye un impacto negativo para la salud de sus habitantes.
Expresan que la comunidad no quiere llegar a tener que tomar acciones extremas, como, por ejemplo, protestar y crear situaciones de violencia, por lo que acusan a las autoridades si ocurre alguna situación de esa naturaleza en el citado sector de Casandra.