Una reforma fiscal debe beneficiar a menos pudientes, además, exhorta a reflexionar, así como asumir responsabilidad de la forma en que se ejerce la política y la iniquidad en la distribución de los recursos, advierte la Iglesia Católica con motivo de celebrarse este jueves Corpus Christi.
“Confiamos y oramos para que la reforma fiscal anunciada contribuya no solo a favorecer a los que más tienen, a los grupos de influencia y de poder, sino a los más pobres”, proclamó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor José Amable Durán, en la misa que se concelebró en el monumento Faro a Colón.
Resaltó el crecimiento económico, señalando es un ejemplo en el mundo con una economía pujante, pero que sólo un 10% de la población capta y exhibe esas bonanzas. «De ahí el exuberante lujo de unos pocos y pobreza de una gran mayoría hasta rosar la miseria de muchas familias”.
Consideran que para superar esa situación pide prestar atención a lo que dice el papa Francisco, quien invita a «superar con la caridad fraterna un mundo de socios que se unen solo por intereses, buscando el propio interés, estatus social en el que la palabra prójimo no tiene ningún significado y es reemplazada por otra más utilitarista inmunda, socio”, una ideología que concibe al hombre como un simple individuo.
“Aunque es necesaria la asistencia social, no aspiramos a continuar fomentando un estado asistencialista. Abogamos por una patria donde haya justicia social, porque solo ella garantiza la paz y el bienestar para todos”, expuso.
“Queremos una nación donde haya igualdad y libertad, pero no desde el individualismo, sino de la fraternidad, es decir el reconocimiento de un Padre común y por el que todos somos hermanos. Como iglesia nuestra misión es construir y fomentar la comunión con Dios y con nuestros hermanos”.