Teherán.- El comandante de la sección aeroespacial de los Guardianes de la Revolución iraní, general de brigada Amirali Hajizadeh, declaró el sábado asumía «total responsabilidad» de la tragedia del Boeing 737 ucraniano, derribado el miércoles cerca de Irán por el ejército iraní.
«Asumo la total responsabilidad», dijo Hajizadeh en una declaración difundida por la televisión. «Hubiera preferido morir antes que ser testigo de un accidente semejante», aseguró. Los 176 pasajeros y tripulantes del avión fallecieron en el accidente.
Según el militar, un soldado disparó sin poder obtener la confirmación de una orden de tiro debido a una «interferencia» en las comunicaciones.
El soldado confundió el avión con un «misil de crucero» y tuvo «10 segundos» para decidir, declaró el comandante, que aseguró que el misil explotó al lado del avión.
Una muchedumbre se congregó frente a la Universidad Amirkabir, en la capital iraní, para rendir tributo a las víctimas de la tragedia aérea. Los manifestantes fueron posteriormente desalojados por la guardia iraní.
Misil explotó a un lado
«Era un misil de corto alcance que explotó al lado del avión. Es la razón por la que el avión continuó» volando durante un momento, dijo el militar antes de precisar que el Boeing 737 de la compañía Ukraine International Airlines «explotó cuando tocó el suelo».
El avión se estrelló en un campo agrícola en el oeste de Teherán poco después de despegar del aeropuerto internacional con destino a Kiev. El inicio del vuelo coincidió prácticamente con el disparo de una andanada de misiles contra bases iraquíes que albergan a soldados estadounidenses, en respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani, el 3 de enero, en un ataque con dron estadounidense.
Como consecuencia del accidente muchas aerolíneas internacionales cancelaron sus vuelos en Irán y evitaron sobrevolar el espacio aéreo del país. Este mismo sábado la Agencia Europea de Seguridad Aérea recomendó a las compañías europeas evitar sobrevolar Irán «hasta nueva orden».
Primer munistro «escandalizado y furioso»
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se declaró «escandalizado y furioso» por el derribo del avión, en el que viajaban 57 canadienses, y dijo que accidente «nunca debió haber sucedido, incluso en un período de tensiones crecientes».
A pesar de que Irán y Canadá no tienen relaciones diplomáticas desde 2012, Trudeau anunció que ha hablado por teléfono con el presidente iraní, Hasan Rohani, para exigir nuevamente una «investigación exhaustiva» sobre esta «tragedia horrible».
«Lo que Irán ha reconocido es muy grave, derribar un avión comercial es horrible, Irán debe asumir toda la responsabilidad», dijo Trudeau.
Mientras, en Teherán, la policía dispersó a estudiantes durante una reunión en memoria de las víctimas, en su mayoría iraníes, según la agencia local Fars. La manifestación se convirtió en una expresión de ira. La muchedumbre gritó lemas contra «los mentirosos» y pidió que se juzgue a los responsables del drama y a quienes, según ella, trataron de encubrirlo.