La comunidad LGTBI+ de República Dominicana celebró este domingo los 16 años que cumple la Caravana del Orgullo en el país y marchó a favor de la diversidad, exigencia de justicia por los miembros del colectivo asesinados o desaparecidos hace poco.
Miles participaron en la actividad que congregó a los asistentes en las inmediaciones del puerto de San Souci, en Santo Domingo, desde donde partieron más tarde en una marcha de unos cinco kilómetros cargada de colorido y que se desarrolló en un ambiente festivo por el centro de la ciudad.
La nota emotiva del evento fue el recuerdo a los gais, lesbianas y «trans» asesinados o desaparecidos recientemente, en total 17 personas que pertenecían a esta comunidad, por lo que los asistentes reclamaron justicia ante lo que el colectivo considera una negligencia de las autoridades por no dar seguimiento y esclarecer estos casos.
«En el día de hoy queremos recordar a las víctimas que hemos perdido por los crímenes de odio y a los desaparecidos también, porque la Policía no ha hecho mucho para poderlos encontrar», declaró a EFE Juanjo Cid, precandidato a regidor por una circunscripción de Santo Domingo.
Eso, indicó, y «reivindicar nuestros derechos constitucionales que están siendo violados constantemente» en materias como «el acceso a la salud, a la justicia, a la educación, y también por nuestras vidas porque nosotros sufrimos mucha violencia y crímenes de odio».
El objetivo es también concienciar a la sociedad para que «esto deje de pasar. Hace falta más tolerancia y, sobre todo, más respeto porque nosotros somos ciudadanos dominicanos y nacemos con nuestros derechos constitucionales», dijo Cid, quien denunció que el colectivo «trans» es el que más discriminación sufre en la sociedad dominicana.
La activista y consultora especialista en género Mirla Hernández señaló a EFE, como una de las principales reivindicaciones del colectivo, que se reconozca que «existe discriminación por orientación sexual» en los ámbitos laboral, educativo y social en República Dominicana.
«Más que tolerancia, lo que nosotros merecemos es respeto» y, aunque siempre va a haber personas que sientan rechazo por el colectivo, «ese no es el problema. El problema es que exista un marco legal que permita la discriminación», lo que se demanda es que «tengamos esa garantía de que, cuando se violenten nuestros derechos, tengamos dónde acudir para denunciar» y recibir justicia, añadió
Asimismo, sigue dándose «terapia de tortura públicamente» por parte de algunos médicos psiquiatras, «seguimos teniendo todas esas problemáticas que nos motivan a seguir saliendo» a la calle «no solamente una vez al año», afirmó Hernández, idea en la que abundó Cid porque el orgullo «tiene que celebrarse todo el año».