Los responsables de los países de las economías más robustas, agrupados en el «G7», enfrentan la última sesión de su reunión en la ciudad de Niigata, Japón, con optimismo sobre la situación financiera global, pese a quiebras de bancos y con la idea de reforzar y diversificar las cadenas de suministro.
El último encuentro de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido arrancó a las 8:36 hora local de este sábado (23:36 GMT del viernes) en el blindado centro de convenciones Toki Messe de la localidad portuaria.
Se espera que al término de la sesión este mismo sábado, los miembros del grupo, junto a los representantes financieros de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, entre otros, publiquen una declaración conjunta en la que reafirmen su confianza en la solidez del sistema financiero y su evolución colaborativa.
La banca y la deuda pública han sido los temas principales de las conversaciones durante los tres días de reunión a la luz de los temores sobre la estabilidad de los sistemas financieros tras el colapso reciente de varias entidades financieras en Estados Unidos y la suiza Credit Suisse, y la rápida salida de depósitos de la banca convencional.
Está previsto que el texto incluya también un mensaje inequívoco de apoyo continuo a Ucrania y a las sanciones impuestas a Rusia a raíz de su invasión del país vecino. Una vez corroborado su impacto, las potencias del Grupo de los Siete buscan impulsar un diálogo para diseñar medidas que eviten que Moscú eluda su cumplimiento.
También presente durante las deliberaciones ha estado China. La segunda potencia mundial es un exportador dominante de productos clave, como quedó patente con las disrupciones experimentadas a raíz de la pandemia de covid-19, y es también una potencia importante como prestamista para países emergentes en la región Asia-Pacífico.
El G7 busca expandir sus vínculos con las potencias en desarrollo, incluido en la región asiática, para romper esa dependencia y que contribuyan, además, a la diversificación de las cadenas de suministro.
Como ya ocurriera con la reunión de Exteriores del grupo celebrada hace varias semanas en la ciudad japonesa de Karuizawa, la declaración de Finanzas es vista como antesala de la cumbre de líderes del G7 que se celebrara la próxima semana, entre los días 19 y 21, en la ciudad japonesa de Hiroshima.