El elevado número de pacientes que padecen enfermedades renales en República Dominicana, principalmente personas jóvenes, resulta alarmante para la nefróloga y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS), de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Gloria Sención.
La especialista, reveló que hay una alta incidencia de enfermedades renales en la población joven dominicana, con un registro de estadísticas altas en las zonas metropolitanas, con un 44.21 %, mientras que el Norte del país alcanza el 34.12 %, Sur y Este 10.16 % y 11.2 %, respectivamente.
La especialista ofreció esta información al dictar la conferencia sobre “Manejo de la Enfermedad Renal Crónica en Atención Primaria”, en el Aula 100, de esa unidad académica.
La también especialista en trasplante renal, aseguró que las enfermedades renales son crónicas, alarmantes y se le considera una “epidemia silenciosa”, cuya incidencia y prevalencia sigue en aumento en República Dominicana.
Indicó que esta enfermedad se asocia con la diabetes y problemas cardiovasculares, lo que duplica las causas de muertes en pacientes que la padecen.
Señaló que los problemas renales en la población es la enfermedad que más preocupa a quienes trabajan en la especialidad de medicina interna, nefrólogos, médicos familiares, cardiólogos y endocrinólogos, entre otros profesionales de la salud.
«Como la enfermedad renal es silenciosa, las estadísticas que se levantan de ella en las áreas de emergencia o atención primaria en los centros hospitalarios son atrasadas, y cuando los pacientes van a consulta con el especialista, la mayoría de las veces hay que hablarles de un tratamiento que sustituya la función de sus riñones, porque estos no son capaces de realizar sus funciones vitales”, indicó.
Un órgano vital
La profesional de la salud, recordó que los riñones son órganos vitales para la vida y cuando dejan de funcionar o empiezan a deteriorarse por la enfermedad, con el tiempo se hace crónica y resultan incapaces para filtrar las toxinas y el exceso de líquido.
«Entonces hay que recurrir a la terapia de reemplazo, como la diálisis”, sostuvo la especialista en medicina interna durante su ponencia en la que presentó un cuadro con los factores de susceptibilidad que contribuyen a incrementar la posibilidad del daño a los órganos renales, entre los citó: edad avanzada de las personas, historia familiar de enfermedad renal crónica y masa renal disminuida.
Refirió como causas de los daños al riñón la hipertensión arterial, diabetes, obesidad, bajo peso al nacer y el nivel socioeconómico de las personas.
Senció, citó como factores iniciadores directos al daño renal: la insuficiencia renal aguda, enfermedades autoinmunes, infecciones sistémicas y urinarias, obstrucción de las vías urinarias bajas y fármacos nefrotóxicos, incluidos los antirretrovirales.
Qué puede hacer el paciente
Señaló algunas acciones que las personas pueden hacer para lograr un retraso en la progresión de la enfermedad renal crónica: dejar de fumar, control de presión arterial y proteinuria, control glucémico estricto en pacientes diabéticos con problemas renales, restringir el consumo de proteínas y sal.
Medidas para evitarla
En cuanto a medidas para evitar la posibilidad de enfermedad renal, sugirió evitar hábitos como: el tabaco, drogas y exceso de alcohol; realizar ejercicio físico acorde con la edad y condición física, con aeróbico aumento en tiempo más que de esfuerzo.
Recomendación
Recomendó como medida importante: controlar el peso corporal, prevenir deficiencias nutricionales, equilibrio en el consumo de carbohidraticos y lípidos, e hidratación.
La vicedecana de la facultad, Zelandia Matos, encabezó la actividad que auspicia la cátedra de Nefrología, de la Escuela de Medicina, que estuvo orientada a docentes, residentes hospitalarios, monitores y estudiantes.