Para el expresidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario Márquez, en el gobierno no tienen la más mínima idea de cómo resolver el problema de inseguridad existente en la República Dominicana y, asegura, que al carecer de esa visión de Estado inventan cada día con planes que no dan pie con bola.
Entrevistado este domingo por Diana Goris en el programa de televisión “Puntos de Vista”, que se difunde por el Color Visión, canal 9, dijo que el problema es que llegaron a la dirección del Estado sin una visión de cómo dirigirlo.
Recordó que la administración primero estableció el “plan Guiliani”, que no se sabe en dónde está y que, luego, presentaron un plan con un ciudadano español que “no da pie con bola”, mientras la población continúa vulnerable ante la delincuencia.
“Ahora aplican el Plan Chu, que consiste en eliminarle el gusto a la gente, ahora la gente no puede tomarse su trago, estar tranquila, tener un ambiente de disfrute sano de la cultura y la música popular, porque él entiende que aquí los asaltos, robos y atracos se dan porque la gente se toma su trago”, dijo Rosario Márquez.
Sin embargo, dijo que esa percepción del gobierno es lo más alejada de la realidad, ya que los eventos violentos que implica asalto y atracos se producen al mediodía, por lo que afirma que, “nadie está seguro en la República Dominicana”.
“Usted ve en redes sociales que usted puede estar durmiendo tranquilo en su casa, pero al despertar usted se encuentra con un asaltante al lado suyo, que te atraca o secuestra y tú tienes que darle el poco dinero que tiene en el banco, para esa persona no te mate a ti o a tu familia”, expuso.
Rosario Márquez, alto dirigente del Partido Fuerza del Pueblo (FP), que lidera el expresidente de la República Leonel Fernández, expuso como un caso dramático de la inseguridad en el país de que hay torres de seguridad hasta donde han penetrado intrusos a pleno día en los que han asaltado a sus ocupantes.
Ponen a Abinader a decir mentiras
El líder del Sector Externo de la Fuerza del Pueblo (FP), afirmó que la delincuencia llega a niveles nunca vistos en los últimos 30 ó 40 años en la República Dominicana.
Rosario Márquez, dice que ante esta situación el presidente Luis Abinader que los niveles de delincuencia en el año 2010 eran superiores a los de 2022, afirmando que se trata de una afirmación falsa del mandatario.
Indicó que el error del gobierno está en que solo mide los homicidios y para que sea observe baja, cambia el método de calcularlos (homicidios).
“Para calcular la tasa de homicidios que se producen en un país tú tienes que contar aquellos que son consecuencia de la delincuencia, los que son resultado de la violencia social, como los feminicidios, una riña familiar o entre amigos, aquellos que se producen por la acción legal de la policía en la confrontación de la delincuencia”, expuso.
Afirmó que el gobierno solo da la cifra correspondiente a la delincuencia, pero que deja fuera a los homicidios como consecuencia de los feminicidios.
Señaló que una persona que resultó muerta por la policía porque era parte de una banda que asaltaba y atracaba no está en las estadísticas que ofrece el gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader.
“Ellos tienen un subregistro de homicidios y por eso ponen al presidente a decir que ahora hay menos homicidios que nunca, cuando eso absolutamente falso”, observa.
Otro indicador falso
El dirigente político opositor, dijo que otro dato que no está acorde con la realidad es decir que la criminalidad no registra un incremento, cuando esto es totalmente falso.
Explicó que si va a calcular el índice de criminalidad debe calcular la tasa de homicidios, robos, secuestros, atracos, así como todas las infracciones que tengan como consecuencia una sanción penal.
“Y eso te da una tasa de criminalidad que te dice a ti cuál es el comportamiento de la sociedad dominicana”, expuso el exfuncionario de la Junta Central Electoral.
Afirmó que el funcionariato que tiene que ver con esta área de la actual administración de gobierno ofrecen información y ponen al presidente de la República a “hablar mentiras” que él (mandatario) no quiere decirlas, sino que es el resultado de que está mal asesorado al ofrecerle información que no se corresponden con la verdad.