Benny Rodríguez
Barahona. – Al menos tres horas y medias miembros de la unidad militar Fuerza de Tarea Ciudad Tranquila (Ciutran), bajo el mando del mayor del Ejército de República Dominicana (ERD), Roberto R. Vásquez Adames, detuvo al fiscal Jhoeudis Medina, en un operativo efectuado la noche de este viernes.
Luego de varias horas detenido, apuntándole con armas largas, de agrias discusiones, llegó el fiscal Freddy Ismael García Melo, quien prácticamente se dejó conducir por el mayor Vásquez Adames, quien en forma arbitraria y amenazante le ordenó llevar el vehículo hasta la sede de la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional.
Una vez en la sede policial, se procedió a requisar el vehículo del fiscal Medina en el que se encontró un chaleco antibalas (rotulado con el logo del Ministerio Público), una pistola y varios aguacates, según contactaron periodistas de #LaLupadelSur.
El exfiscal titular Yván Ariel Gómez Rubio, dijo que la requisa y detención del magistrado Jhoeudis Medina, por parte de miembros del Ciutran es violatoria de la ley, conforme al artículo 177 del Código Procesal Penal (CPP), que establece que, “los casos que excepcional y preventivamente sea necesario realizar el registro colectivo, de personas o vehículos, el funcionario de la policía debe informar previamente al Ministerio Público”.
Tratamos de obtener una reacción del fiscal García Melo, pero rehusó referirse a la actuación de los miembros de la unidad militar, que comandaba el mayor Vásquez Adames, del Ejército de República Dominicana (ERD).
Un tropello
El fiscal Medina y la presidenta de la filial del Colegio de Abogados de República Dominicana (CARD), Dalcia Bello, calificaron como arbitraria la actuación de los miembros del Ciutran, de la que no había necesidad.
El magistrado Jhoeudis Medina, dijo que contra él se cometió un “atropello” inaceptable, ya que accedió a los requerimientos de los militares que le solicitaron detenerse e identificarse a lo que procedió, pero hubo un exceso de autoridad, contra una autoridad superior a ellos.
“Es que la acción es arbitraria porque me identifiqué. Saludos, buena, baje el cristal, lo bajé, arma de fuego, sí y un chaleco, usted es militar, no, soy Ministerio Público, le muestro el carné. Aquí todos sabemos que la ley no regula sobre un porte de arma, por el tipo de trabajo que hacemos y la delincuencia. El mayor me desmontó del vehículo y lo cerré”, narró el magistrado.
Dijo que el militar cuando le dio sus documentos se los secuestró, los cuales le entregó varias horas después, luego de que le condujera hasta la sede policial aquí, en calidad de detenido, a los fines de requisarle su vehículo en el que encontró los aguacates, el arma y el chaleco.
Dalcia Bello, presidenta del Colegio de Abogados (CARD), filial Barahona, coincidió con el magistrado objeto del maltrato y de la violación de sus derechos de que se trató de un “atropello” inaceptable contra una autoridad.
Manifestó que su defensa no es porque es fiscal, sino porque se trata de un abogado que está siendo maltratado, asegurando que si lo hacen con él que sería de un ciudadano común.
Bello, adelantó que harán las investigaciones pertinentes y como gremio que agrupa a los profesionales del derecho harán lo que sea necesario para exigir respeto a los togados que representa, a la autoridad, así como al pueblo en sentido general por parte de los miembros del Ciutran.