Keila Cuevas Navarro, M. A.
La cultura Dominicana tiene mezcla de raíces: española, africana y taina, que sintetizadas conforman la idiosincrasia de la cultura dominicana en cuanto a creencias y costumbre.
Según la historia, España trajo su cultura y la implantó en el año 1492, luego contamos con la implantación de africanos en el 1510, generando esta última, una mezcla racial y social, que se convirtió en la base de la sociedad colonial.
Hoy día la isla mantiene un informal intercambio cultural que se refleja en creencias, modo de vida, rituales y otros, los que, también, tiene sus diferencias entre los habitantes según el lugar donde habita.
La transculturación, por tanto, se extrae de culturas de otras sociedades, por lo que la ciudadanía comienza a hacer parte de culturas extraídas y utilizarlas, hasta que se convierte en cultura propia.
A medida en que los ciudadanos comienzan a utilizar actividades culturales de forma grupal, estas se hacen costumbre en el pueblo y se asume al tiempo como cultura normal del pueblo, es decir, los pobladores lo ven como algo normal posteriormente. Por ejemplo, los cabellos afro en mujeres y hombres no se asumían como cultura nuestra, pero el uso constantes de un conglomerado, la sociedad lo aceptó, así pasa con otras costumbres usadas por nuestros habitantes y no solo en el uso de las modas, sino, también, en costumbres y creencias de otro pueblo o nación, relacionadas a la lengua, el arte culinario, religión y otros.
Desde hace muchos años la identidad cultural dominicana ha tenido disyuntivas en las cuales la sociedad dominicana se ve inmersa y nuestros jóvenes principalmente se ven involucrado porque manifiestan comportamientos peculiares.
Destacamos, que es favorable e importante extraer cultura de otras sociedades, debido a que las mismas contribuyen en algún modo al desarrollo de nuestro país, pero también debemos ser selectivos con las mismas, ya que pueden repercutir de forma negativa en nuestros habitantes.
Hoy día, los jóvenes de nuestra sociedad se encuentran vulnerados ante la selección de culturas ajenas, porque al hacer uso de algunas, los valores van cayendo en desuso, casos que hacen ecos dañosos en ellos.
Realmente, la mayoría de los jóvenes se ven desafiados ante la sociedad, debido a que si no usan tatuajes, aretes en el caso de los varones, pantalones rotos las rayas en la cabeza y otros, sienten que no están la vanguardia en cuanto a moda se refiere, como si para ellos es muy importante. En cambio, es de vital importancia tomar en cuenta las culturas relacionadas a la educación y el buen modo de vivir.
Ante este comportamiento llamamos al sector joven de nuestra sociedad a ser específicos al momento de hacer propias otras culturas; enfocándose aquellas que les puedan ayudar al desarrollo intelectual, uso de los valores y la buena imagen en la sociedad, así evitaran ser discriminados en escenarios que se le puedan presentar, como son, ofertas de trabajos, retención policial, entradas a espacios de eventos oficiales entre otros y así tener mejor forma de vida.
*Autora Licda. Filosofía y Letras, egresada de la UASD, Maestrías en Lingüística y Enseñanza Superior