Un nuevo revés para el primer ministro británico Boris Johnson, luego que el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Salud, Sajid Javid, renunciaron este martes a sus cargos vía carta. En ella mencionan la incapacidad de Johnson para dirigir una Administración que cumpla las normas.
«Los ciudadanos esperan, con razón, que el Gobierno se conduzca de forma adecuada, competente y seria. Reconozco que este puede ser mi último cargo ministerial, pero creo que vale la pena luchar por estos estándares y por eso dimito», expresó Sunak.
Mientras que Javid destacó en la carta que al igual que muchos legisladores y el público, él también perdió la confianza en la capacidad de Johnson para gobernar en el interés nacional. «Lamento enormemente tener que decirles que ya no puedo, en conciencia, seguir sirviendo en este Gobierno», dijo Javid en su carta de dimisión.
Las dimisiones se produjeron apenas unos minutos después de que Johnson se disculpara por nombrar al legislador Christopher Pincher, denunciado por conducta sexual inapropiada, para un puesto relacionado con la atención pastoral en el Partido Conservador.
Sunak y Javid estaban a cargo de dos de los asuntos más urgentes en la agenda británica: la crisis del costo de vida y las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
En repetidas ocasiones han sido vistos como posibles aspirantes al liderazgo dentro del Partido Conservador si Johnson se ve obligado a abandonar. Es por eso que sus renuncias fueron un gran golpe para el primer ministro.
Más renuncias
Las salidas de los ministros de Finanzas y de Salud fueron seguidas por las de los secretarios privados del Parlamento, Jonathan Gullis y Saqib Bhatti. Los funcionarios a cargo de ayudar a los ministros en su función publicaron sus cartas de renuncia en las redes sociales.
También, dimitieron los conservadores Bim Afolami y Andrew Murrison. El primero renunció a la vicepresidencia del partido, mientras que el segundo dimitió como enviado comercial a Marruecos.
Johnson, aún cuenta con el apoyo de otras altas personalidades: la secretaria de Asuntos Exteriores, Liz Truss, y el secretario de Defensa, Ben Wallace, indicaron que permanecerán en sus cargos.
El escándalo sexual que golpeó al equipo del primer ministro británico
Las dimisiones se producen después que Johnson se disculpó por nombrar al legislador Christopher Pincher para un puesto relacionado con la atención pastoral en el Partido Conservador, asegurando que fue «un error no haberse dado cuenta» que Pincher no era apto para un puesto de Gobierno, porque se denunció por conducta sexual inapropiada.
«Pido disculpas a todos los que se han visto afectados por ello», dijo Johnson ante la prensa, en aras de dejar en claro que «no hay lugar en este Gobierno para nadie que sea depredador o que abuse de su posición de poder».
Sin embargo, esta última explicación de Johnson aumentó la frustración hacia el partido gobernante.
Hay que observar que los cambios en la narrativa de Downing Street desde que Pincher renunció a su cargo la semana pasada amargó a personas como Simon McDonald, funcionario de mayor rango en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido entre 2015 y 2020, y quien considera que Johnson aún no está diciendo la verdad.
Unos meses críticos para Johnson
El Gobierno de Johnson se ha visto envuelto en varios escándalos recientemente. Hace un mes, sobrevivió a una votación de confianza tras el escándalo sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19. En ese entonces, contaba con el apoyo de Sunak y Javid.
A pesar de que logró permanecer en el cargo, las respuestas cambiantes del primer ministro a meses de denuncias sobre fiestas en oficinas del Gobierno, alimentaron las persistentes preocupaciones sobre su liderazgo.
Dos semanas después, los candidatos conservadores fueron derrotados en dos elecciones especiales para cubrir los escaños vacantes en el Parlamento. Esto evidenció el descontento en el seno del partido de Johnson.
También, ha sido blanco de críticas por no hacer lo suficiente para abordar el alza del costo de vida. Muchos británicos están luchando para hacer frente a la subida de los precios del combustible y los alimentos que, según economistas, Reino Unido se aproxima cada vez más a una fuerte desaceleración o posiblemente a una recesión.
La oposición presiona el cambio de gobierno
Tras la dimisión de dos altos ministros, el líder del Partido Laborista -el principal de la oposición-, Keir Starmer, afirmó que, «después de toda la sordidez, los escándalos y el fracaso», está claro que el Gobierno de Boris Johnson «se derrumba».
Starmer, aseguró que le «daría la bienvenida a unas elecciones anticipadas», e indicó que, a su juicio, «sólo un verdadero cambio de gobierno puede dar a Reino Unido el nuevo comienzo que necesita».
Entretanto, un legislador previamente leal a Johnson aseguró que el primer ministro «está acabado» y que por ende, «no debería prolongar la agonía» ya que «es una falta de respeto a sus colegas, a su partido y a su país».
En las próximas semanas, los legisladores conservadores elegirán a los nuevos miembros del comité que establecerá las normas parlamentarias del partido.
Varios candidatos han sugerido que apoyarían la modificación de las normas para permitir otro voto de censura. Las normas actuales exigen un plazo de 12 meses entre dichas votaciones.