Barahona. – Perecieron ahogados dos niños, ambos nativos de Baní, provincia Peravia, uno en playa San Rafael, de 12 años y un segundo en la de Los Patos, quienes vinieron acompañados de sus padres.
El niño muerto fue en San Rafael, fue identificado como Darwin Amador, de 12 años, mientras que el segundo corresponde al nombre de Christopher Reyes González, de 15, el primero nativo del municipio cabecera de la provincia Peravia, el segundo de la comunidad Mata Gorda, de esa misma jurisdicción.
Amador fue llevado a la emergencia del Hospital Regional Universitario Jaime Mota (HRUJM), centro al que llegó sin vida, según fuentes hospitalarias, mientras que Reyes Gonzáles aún permanece en las profundidades del Mar Caribe.
Según el diagnóstico de los médicos del HRUJM el deceso del niño fue a causa de asfixia por ahogamiento, cuyo cuerpo fue depositado en la morgue del hospital local a la espera de su traslado a su provincia natal.
El menor era hijo de Dariel Amador, de 42 años, residente en el municipio Baní, provincia Peravia, quien informó a las autoridades que se encontraban en la referida playa, ubicada en el poblado San Rafael, del municipio Paraíso y en un descuido el niño “se metió al agua” y 5 minutos más tarde lo sacaron para darle asistencia.
Narró que, posteriormente, fue llevado al Hospital Regional Universitario Jaime Mota, centro al que llegó sin vida, según el reporte de los médicos de emergencia que le prestaron asistencia facultativa, pero se percataron que ya estaba muerto.
Playas peligrosas
Ambas playas: San Rafael y Los Patos, son altamente peligrosa para bañistas y es del conocimiento de las autoridades, ya que cada Semana Santa prohíben su uso a vacacionistas, tanto locales como extranjeros.
Sin embargo, al parecer el peligro que estas playas representa es una vez al año con la temporada del largo asueto de la Semana Mayor, debido a que los demás días está disponible para que las personas puedan usarlas pese a la peligrosidad que significa para la vida de las personas.
Son frecuentes las muertes de personas, adultos y niños, que perecen ahogados en ambas playas, sin que haya algún interés en las autoridades para restringir su uso a toda persona, sin importar la época del año.