Tomás Aquino Méndez
No veo razón para que la dirigencia política siga con las “viejas mañas” que nada aportan al montaje de los procesos electorales. Ninguna justificación, ni explicación, tiene que, sabiendo la fecha límite para inscribir las alianzas, los dirigentes políticos, TODOS, esperen el último día y los últimos 10 minutos para llevar a la Junta Central los documentos que avalan su unión con otros grupos.
No tiene sentido que, teniendo seleccionados sus candidatos presidenciales lo oficialicen ante la Junta Central en las últimas horas del día final del plazo establecido.
Daba pena y vergüenza ver a la medianoche del pasado 18 de noviembre a los delegados de los partidos, con las manos llenas de folders desordenados, llevando documentos de alianzas que, hace semanas y hasta meses, ya estaban prácticamente concretadas. Que haya una fecha límite, no quiere decir que hay que esperar ese último minuto.
A eso nos acostumbró el doctor Joaquín Balaguer e impuso esa grosera costumbre a sus contemporáneos. Hoy, creemos que es tiempo de ponerle fin a esa práctica que nada aporta. Quisiéramos que los partidos lleven con antelación los nombres de sus candidatos al congreso, las alcaldías y a la presidencia.
Es tiempo de que empleados de la JCE no tengan que esperar hasta las 12 de la noche del último día, para que los partidos “oficialicen” lo que todos conocemos con antelación.
Si hablamos de nuevo liderazgo, de sangre nueva, de discursos modernos, empecemos por abandonar viejas costumbres que nada aportan al sistema electoral ni suman votos a los partidos.